viernes, 26 de enero de 2018

Rami Flor – Endulzante con miel

¿Os mola que hayamos llegado a un punto en el que no se compra miel sino endulzante con miel? A mi me encanta.


A mi la expresión “endulzante con miel” me suena a “no tenía dinero para un tarro de miel normal”. Porque si miras la composición esto lleva un 15% de miel. ¿Para qué rayos quiero algo que sea 15% miel cuando puedo comprar un tarro de miel normal, que no es tan cara?

Ya sé lo que me vas a decir: que la miel buena sí que es cara. ¡Bueno, quizás! Pero la de la Granja San Francisco no creo que sea veneno, será miel, digo yo. Igual no es tan ex-qui-si-ta como esa que compras en el herbolario de flores de azahar y eucalipto pero, coño, es puta miel. No me vengas jodiendo.


Tengo entendido que la miel es la nueva cocaína. Tengo entendido que hay una gran demanda de miel y no hay producción suficiente para atenderla, por lo tanto los precios suben como todos sabemos. ¿Es esto trascendente, relevante? Pues a mi no me lo parece mucho, ya ves tú.

Sí me interesaría, en cambio, ser dealer de miel. Los adictos a la miel son tan rematadamente estúpidos como los adictos a la cocaína. Los adictos a la cocaína tienen problemas de autoestima, al igual que los adictos a la miel. Los adictos a la cocaína necesitan una sustancia que les haga sentir importantes, fuertes, arrolladores. Los adictos a la miel son mucho más cutres: necesitan una sustancia que los haga sentir sanos. Debe ser que se sienten superinsanos de natural.


A mi las necesidades internas de mis clientes me dan igual, a mi sólo me interesa su dinero. Cuantas más flaquezas tengan mis clientes más productos necesitarán comprar, como todos sabemos. El capitalismo vive de desvalorizar a sus habitantes y que así dediquen sus vidas a ganar dinero para cubrir las carencias que el propio capitalismo les inocula vía mass media y entorno social.

Por tanto ¿qué entorno más apropiado que el neoliberalismo para una sanguijuela sin escrúpulos como yo? Como estáis todos hechos mierda ni siquiera cuestionáis mis órdenes. Las cumplís y ya está porque, si las cumplís, os prometo que algún día os sentiréis mejor. ¿No es eso lo que os dicen vuestros líderes políticos para controlaros? Pues yo os digo lo mismo.


Ah, que ellos no os lo dicen así, a las claras. Que ellos os lo sugieren, no lo dicen clarinete porque igual si no descubrís el truco y os rebeláis. ¡Qué cobardes son mis líderes tiránicos coetáneos! Vosotros no os rebeláis ni aunque os cague en la boca. ¿A que no, imbéciles? Buenos perritos.

Y esta es un poco la actitud para hacer dinero a día de hoy. ¿A que tiene su gracia? Pues o te pones así o no sacas ni un puto duro, mira que te he avisado, fiera corrupia.