jueves, 4 de enero de 2018

Louit – Mostaza Diáfana al Estragón

¿”Mostaza Diáfana”? ¿Qué rayos significa esto? ¿Que es clara como la luz del día, que se explica muy bien? Yo estas cosas así como pijas de verdad que me parecen una gilipollez.


Cuando tú no tomas otra mostaza que no sea diáfana estás jodido, tío. Te has vuelto tonto del culo y no podemos hacer nada por ti, lo sentimos mucho. En los 90 tenía gracia fingir que eras Frasier, pero es que ahora es de un inoportuno llevarse este rollo que es para que te tiren tomates por la calle.

El estilo es una cuestión de pertinencia. No, no de pertenencia, como cree casi todo el mundo. El estilo es decir la palabra justa en el momento adecuado. Y yo creo que hoy en día socioeconómicamente no es nada pertinente ir por la vida tomando mostazas diáfanas.


Hoy en día lo pertinente es tomar la mostaza más barata que encuentres. La mostaza es una bobada de alimento y no es nada crucial que sea o no diáfana. De hecho, podrías pasar perfectamente sin tomar mostacita, niño. Échale al bocata aceite de girasol, que tiene mucha vitamina E.

Cuando las cosas van bien es muy burdo ir por la vida de perroflauta. Pero cuando las cosas van mal es muy burdo ir por la vida de pijo que “la cosa no va con él”. Además, cuando las cosas vuelvan a ir bien todos nos acordaremos de que te hiciste el sueco y los que nos haremos los suecos entonces seremos nosotros. ¡Siempre al revés de lo que marcan las leyes del saber estar! ¿Ves como eres un incompetente? Siempre te lo sugiero pero no te enteras. Quizás soy demasiado fino, quién sabe.


Sea como sea, Juan ha dejado la profesión de maestro del estilo. Juan opina que si no has aprendido ya a comportarte nunca vas a aprender, así que Juan olvida tu nombre, tu cara, tu casa y pega la vuelta. No, no me vengas ahora con que no me puedes comprender. Si no me puedes comprender es porque eres tonto, ya que yo soy diáfanamente comprensible, como tu mostaza.

¡Jajaja! ¡Qué gracioso es Juan! Juan no sólo te adiestra sino que encima lo hace con descacharrante humor. ¿No estás agradecido a Juan, niño pijo? Juan tiene muchas durezas en los pies porque Juan últimamente camina mucho. ¿Por qué no me las limas?


Juan te permite hacer labores de esclavo ya que necesitas aprender humildad. A Juan se la trae floja si le limas o no las durezas, porque Juan tiene dos manos y lo puede hacer él mismo. Pero la visión de un niño pijo como tú es tan repulsiva que Juan ha de tomar medidas. Y lo que te conviene es servir a los demás, en este caso, concretamente, a Juan.

Cuando termines tu sucia labor en vez de estar hirviendo de rabia estarás pleno de gozo, porque tu problema no es que tengas demasiado poco, es que eres demasiado estiradito y demasiado caprichoso. Por eso Juan te abofetea, para que tus ojos se despejen de las brumas de la estupidez, esa amiga tuya tan íntima.