domingo, 24 de diciembre de 2017

Control Pad Sega Saturn – Retrolink

Retrolink tiene mucha fama entre la comunidad retrogamer. Retrolink fabrica esos control pad que ya no existen y que uno inexorablemente necesita para dar retrorealismo a sus partiditas.


Si hay que comprar un solo control pad la mejor opción es el segundo de Saturn. El segundo de Saturn es como el segundo de Mega Drive pero mejor. Las dos líneas de tres botones tienen ese sabor arcade ya tan ampliamente olvidado y que Sega supo dar a sus productos.

En un mundo completamente aturdido por la retórica del speaker de TED se ha olvidado por qué funcionan las cosas. Las sensaciones, las cuestiones primarias es lo que hace que un juego de lucha pase de ser mediocre a todo un Street Fighter IV. ¿Por qué Street Fighter mola más que Fatal Fury? Porque Capcom supo crear una detección de colisiones mucho más jugosa. Cuando pegas a alguien en Street Fighter sientes que has dado una hostia del copón, en Fatal Fury yo diría que no.


¡Qué importante es el trabajo del programador, ahora que todo el mundo es director creativo de alto copete! Podrás tener ideas muy soberanas pero si el programador pasa de tu pomposo culo jamás tendrás un juego bueno. Lo importante de un juego es que sientas los saltos, las estocadas y la exploración de la fase. Si eso falla, por muy grandilocuente que sea tu concepto, te quedarás en calzoncillos. ¡Que se lo digan si no al millennial creador de No Man´s Sky, apoyado en su fracaso por el simpático y presuntamente fraudulento Peter Molyneux!

Aquí todo el mundo ha aprendido a conceptualizar pero ni el apuntador ha aprendido a programar. Programar no es glamuroso, es cansado y sacrificado. Los programadores no van a fiestas porque se tienen que quedar hasta tarde programando. Los programadores no son simpáticos porque tienen toda la energía enfocada en hacer un código bello. Sin embargo los canapés se los come Peter Molyneux.


Peter Molyneux, por si no lo sabíais, era un icono del éxito de la industria ahora reconvertido en icono del ridículo y del vodevil. Cuando a Peter le apretaron las tuercas su rollo vendehumos dejó de funcionar y se vio lo que realmente había estado allí siempre, pero detrás de una pantalla de engaños: Peter Molyneux era un paquetillo que nos la había colado a todos.

Como supongo que no querrás llegar a viejo y que todo el mundo se ría de ti a saco (pero a saco se ríen de Peter) te insto a que hagas las cosas correctamente. Te insto a que hables poco y hagas mucho. Es mejor que se rían de ti de joven porque hablas poco, porque cuando eres joven puedes aguantar las risas, porque eres joven. Cuando eres viejo cualquiera sabe, igual se ríen de ti y te da un pallá. ¡No te la juegues, mi lector bienamado!


¿No es bello hacer las cosas bien? ¿No es bello vestirte por los pies en vez de ir todo el día preocupado por que te pillen? Si haces un trabajo honesto eres invulnerable porque ¿qué te van a decir? ¿Que tu trabajo es demasiado honesto? No, amigos, ir por la vida montando el numerito y no dando palo alguno al agua es lo que nos ha traído hasta aquí. No sé tú, pero yo paso de ofrecerle pufos a la gente. A mi eso no me gusta.

En cambio Juan te ofrece sabiduría milenaria en un confortable y conveniente envase ultramoderno. ¿Es o no Juan la polla con cebolla? Puedes decirlo, te doy permiso.