sábado, 23 de diciembre de 2017

Thunderbirds

Thunderbirds es una serie clásica de marionetas, pero como a mi las marionetas me dan supermiedo he pillado la película de imagen real. Así puedo disfrutar del sabor original suficientemente falseado como para poder tragarlo.


¿A alguien más le gustan las falsificaciones? ¿Por allí, al fondo? En mi visita a Nueva York me apuré a comprar a un vendedor callejero un bolso falso Vuitton y un reloj falso Rolex. A lo mejor el gachó se creía que me la estaba colando, pero yo estaba comprando auténticas falsificaciones de las calles de Nueva York.

Llevar encima pura falsedad a conciencia es un ejercicio de bella confesión. Llevando encima pura falsedad a conciencia de algún modo estás haciendo las cosas bien. Muy pocas personas pueden permitirse un bolso Vuitton pero su código gráfico mezclado con unas Reebok The Pump es algo como top cool, te lo digo. Así que pasando de todo y dignificando lo falso ganamos todos y encima tu rollo lo peta.


Sin embargo ¿qué significa llevar encima pura falsedad sin conciencia de ello? Oh, amigo, espero que ese no sea tu caso, porque para esas personas espera el fuego más ardiente de todo el Infierno. Esas personas tienen un compartimento especial en los avernos, con unas brasas más dolorosas que las normales. Allí la soberbia se castiga a saco, en el Infierno no andan con hostias. Si te has pasado de soberbio allí lo pagas, tío.

Pueden pasar dos cosas: que lleves encima pura falacia a sabiendas pero hagas como que no te das cuenta; luego está el caso de que lleves encima pura falacia pero realmente no lo sepas. ¿Cuál de los dos casos es más condenable? ¿El que lo sabe y pasa o el que ni se molesta en saberlo? Espero que tengas tu juicio bien entrenado, mi querido lector.


El que lleva encima falacia pero pasa de todo es un jeta pero sólo es un minion. Es un villano menor, un villano que ha de estar a las órdenes de otro villano más grande porque si no no le da la cabeza para poder tomar decisiones. Digamos que el que hace el pufo y lo sabe sólo es un mandado.

Sin embargo luego está el caso más flagrante de todos, el caso por el que en el Infierno se pegan por conseguirlo. Se trata del caso del villano jefe, el que va vestido con harapos y cree estar vestido como un rey. Este ya ha perdido toda cordura en pos de la farsa, por lo que su caso es mucho más grave que el de los demás. Él ha vendido hasta su último gramo de cordura sólo para creer una fantasía desquiciada. Por tanto si a este elemento lo condenas encima preguntará que por qué, porque él no ha hecho nada.


No te extrañe que el Infierno tenga la fama que tiene porque ya ves qué elementos lo pueblan. El Diablo, pobrecito, se las ha de ver con la peor calaña de gente de cada ciudad. ¿No te empieza a caer un poco mejor el pobre Satanás, al descubrir qué labor más ingrata le toca?

A mi definitivamente. Sin embargo los que van de buenecitos y son más malos que el mismísimo Demonio... ¡Brrrrr! ¡No puedo verlos!