¿Está bien Los Descendientes? Pues
claro que sí, no hacen revistas oficiales de cosas que no molan,
¿sabes? De verdad, a veces es que en serio que me pareces tonto...
Estoy perdiendo la paciencia...
La primera de Los Descendientes tiene
una canción principal chulísima: Rotten to the Core. ¡Podrido
hasta el tuétano! Los Descendientes habla de los hijos de famosos
villanos y, naturalmente, están podridos hasta el tuétano, por eso
son villanos.
¿Los malos de la vida real están
también podridos hasta el tuétano? Pues claro que sí, si no no
serían villanos. Para ser malvado hay que estar jodido por dentro:
hay que tener pocos amigos, por ejemplo. Los amigos te tratan bien y
si no tienes amigos no tienes a nadie que te trate bien. Por eso
estás podrido, porque no tienes amigos.
Además este es un asunto que se
retroalimenta: cuantos menos amigos tienes más jodido estás y por
tanto menos gente se acerca a ti, con lo que las probabilidades de
hacer amigos no sólo no se incrementan sino que decrecen. Un villano
tiene que esforzarse mucho para salir de su categoría villanil ya
que el viento sopla en su contra.
¿Es esta una manera de vivir? Hombre,
es la manera de vivir de mucha gente, eso es evidente. Además si
luego Disney te hace una película glorificando a los villanos pues
como que la existencia se hace más llevadera. Si Disney te da su
aprobado estás como más tranquilo.
De todos modos los villanos suelen ser
todos gilipollas. Si uno tiene un mínimo de madurez no se convierte
en villano porque supera con relativa facilidad los escollos
emocionales a los que nos somete la vida. Si uno se lleva un varapalo
se mete en la cama, se come una tarrina de helado y se queda blandito
hasta que se le pase, no jura venganza contra la humanidad porque la
humanidad le ha hecho mucha pupita sexuarl.
En villanos se convierten los tontos,
los gilipuertas, como ocurría en el colegio. Pepito estaba dando
todo el día por culo porque no sé qué problemas en casa tenía
Pepito. Pues mira, Pepito, te vas a esa esquina hasta que los
soluciones porque no queremos que vengas con nosotros más. Eres un
chinche, Pepito, y comprende que te expulsemos de la microsociedad
del patio del recreo.
Luego en vez de villano uno puede ser
un héroe, como es mi caso. Uno puede, como yo, ir por la vida
intentando integrar a cada trocito de mierda que la sociedad ha ido
expulsando de sí. No te recomiendo mi categoría personal porque te
vas a manchar las manos de cacota y te van a dar ganas de vomitar.
Deja esos asuntos a los profesionales mientras tengamos ganas de
seguir haciéndolo.
Estoy pensando en jubilarme del tema
este de ser un héroe, ¿sabes? Creo que he cumplido con creces mi
compromiso autocontraído con el mundo, patético. Es hora de que me
dedique a mi. ¿Hay algo más sexy que un héroe que se retira con
una sonrisa medio esbozada en los labios? No lo hay, nena. No lo
busques, que no lo hay.