El creador de Sonic, Yuji Naka, tiene
una obsesión por lo visto: volar. Le pasa como a mi amigo Daniel, que
de pequeños de todas las cosas que podía pedir a él le gustaría
volar. ¿No es bello este pensamiento, ahora que nos acercamos a la
Navidad?
Yuji ya desarrolló este concepto en
NiGHTS into dreams para Dreamcast y le salió bastante bien, imagino,
porque Shigeru Miyamoto dijo que ese juego le hubiera gustado hacerlo
él. Conociendo a Shigeru, celoso de su genio, no es moco de pavo,
que te suelte esa flor.
Perfeccionó la mecánica en este
Rodea: The Sky Soldier y para mi gusto está muy bien. Ha quedado un
juego sencillo agradable de jugar y yo eso lo respeto mucho. ¡Qué
cansado estoy de juegos AAA! A mi dame cosas sencillas y honestas y
déjame de avariciosos inventos corporativos tipo Electronic Arts.
¿Conseguirá el blockchain entramados
para que podamos disfrutar de obras que no tengan como único
objetivo vaciarnos los bolsillos? Es muy posible que sí. Estoy muy
emocionado con el blockchain, y mira que soy muy reticente a los
inventos modernos.
Gracias al blockchain cualquiera que
tenga ganas puede inventarse una moneda completamente respetable. Lo
único que hace falta es que un número de bloques suficientes la
respalden. Hasta ahora eso no era posible, el monopolio de la emisión
de moneda lo tenían los Bancos Centrales.
Si queréis podemos emitir el Juan, que
me parece un nombre muy guay para una moneda de peso. Sólo es
necesario que una cadena de bloques la valide, es decir, vosotros.
Para ser un bloque no hace falta tener estudios ni ser excesivamente
inteligente ni nada, así que estáis de suerte.
Cualquier matado, en resumidas cuentas,
puede montarse un sistema económico alternativo a partir de ahora.
Basta con convencer a unos cuantos matados más y el cotarro ya está
montado. Una moneda vale en tanto en cuanto la gente la acepte como
tal, así que... ¡Cojonudo! Ya no hace falta pasar por el aro.
Ahora que vamos a ser obscenamente
ricos... ¿Qué vamos a hacer con tanto dinero? Yo lo tengo claro:
voy a comprar armamento para mataros a todos. ¿Qué os pensabais?
¿Que iba a poner cortinas nuevas? No, pienso mataros a todos. ¡A
todos!
Lo único que tenéis que hacer es
respaldar el Juan. Si respaldáis el Juan podré comprar una bomba
atómica decente y tirarla. ¡Qué alegría! Y luego podré pagar a
una empresa de limpieza para que barra vuestras vísceras
carbonizadas, naturalmente.