Soy muy aficionado a los movimientos de
corazón puros, tratando de ponerles los menos filtros posibles. Así
las cosas quedan más ricas. Por eso me hace ilusión hablar de este
juego, porque me lo compré como se supone que se lo tiene que
comprar un niño: me da igual cómo sea el juego, me da igual la nota
en Metacritic, me da igual el análisis de Meristation. De hecho, no
conozco ni Metacritic ni Meristation, soy un niño. Y lo único que
quiero es el juego de Finn y Jake. Ya está. Relléname la carcasa
del DVD con mierda blandita si quieres, yo mientras me pongas en la
portada a Finn y Jake me lo voy a comprar, porque Hora de Aventuras
mola un montón. Y ya está, ese fue mi insight. Nada de eternas
reuniones para ver lo que le mueve al consumidor, nada de retorcerse
el cerebro buscando la cuádruple cabriola. Tan sencillo como el
amor, tan sencillo como el cagar.
El juego de Hora de Avenuras es una
suerte de Gauntlet light con los personajes de la serie. Puedes
escoger a Finn, Jake, Marceline y Trompi y creo que se van añadiendo
más según avanzas. Como en Gauntlet, cada uno tiene sus puntos
fuertes y sus puntos débiles, pudiendo elegir personaje en función
de tu manera de jugar. Pero yo nunca lo elijo en función de eso,
sino en función de cuál es el que más me gusta, y en este caso es
Marceline, the vampire queen.
El objetivo también es el mismo de
Gauntlet, encontrar la salida de la mazmorra abriéndote paso entre
los enemigos.
Lo bueno de este juego es que salen los
personajes de Hora de Aventuras. Marceline habla cuando hace algunas
cosas y tiene una voz tan sexy o más en inglés que en español.
Marceline es mi personaje favorito, es esa novia con la que nunca me
podré casar porque sería imposible. Dos Marcelines son demasiados
Marcelines.
Lo malo de este juego no es nada,
porque no importa cómo sea. Es suficientemente bueno como para
aguantar jugablemente y eso es todo lo que tiene que hacer. Sí,
podrías ponerte gilipollas y decir que es un juego casi de
estudiante, pero estarías poniendo el foco donde no es. Si quieres
el Gauntlet, cómprate el Gauntlet. No seas mentecato.
¿Qué más? Poco más. ¿Qué más
quieres?