Si necesitas algo de que hablar puedes
coger Resident Evil 4 y casi con toda la probabilidad no te vas a
equivocar.
Resident Evil 4 Wii Edition es ese
socio de pasta que te interesa tener. Si estás cansado puedes no
hacer tu trabajo, porque a tu putita ricachona le da igual 1.000
euros más que 1.000 euros menos. Va a seguir igual, esa no es su
cuestión.
RE4 es lo mismo. Da igual lo que yo
escriba sobre él, puede que no me apetezca nada y prefiera pasar la
noche tirándome sonoros pedos y olisqueando para detectar cada
buqué. Puedo hablar en su review sobre el sutil placer de tirarse
cuescos caldosos y notar como su presencia se hace omni, rodeándote,
meciéndote mientras esbozas una sonrisa infantil. RE4 lo va a
aguantar, ni se inmuta. Su calidad sobrepasa estilos de presentación.
Resident Evil 4 se desarrolla en
España, o sea, que eso del olor a pedos a su alrededor no es algo
que le pille de nuevas. Si masticase una cabeza de ajo, como si de
chicle se tratare, sería lo mismo. Yo diría que se desarrolla en el
norte, por el ambiente brumoso. También podría llevarlo de
visita a mi pueblo, porque estaría acostumbrado a las frases típicas
de los aldeanos como “¡Un extranjero!”, “¡Basta, hijo de
puta!”, “¡Cabrón!” o “¡Agárrenlo!”. Los enemigos de
RE4 son los habitantes de mi pueblo y hablan igual. RE4 es un Panda
todoterreno, lo aguanta todo. No tiene problemas con absolutamente
nada.
Tal mili hace de RE4 el protoarcade de
aventuras, uno que yo diría que es imposible que no te satisfaga.
Siempre vas a poder recurrir a él cuando te des cuenta de que los
demás sólo están a su sombra. Da igual cuántas veces lo juegue,
el loco de la sierra con un saco en la cabeza te va a acojonar
siempre como el primer día. El mercader de objetos siempre te va a
hacer gracia cuando te pregunte “What are you buying?” ó “What
are you selling?”
¿Es RE4 la bestia de los videojuegos,
el berserker que mandó Dios para poner orden en su obra? Muy
probablemente. RE4 no tiene fallos, no tiene aristas, ni grietas, ni
puntadas sin cerrar. No tiene ese punto débil al que se agarra el
crítico. Es ese juego que llegó y venció, porque esa y no otra es
su naturaleza.
Y luego que esta es la edición de Wii,
que te permite apuntar con el Wiimote a la pantalla, elevando la
acción en vez de rebajarla sólo porque es de Wii y, ya sabes, si
sacas algo en Wii tienes que sacar partido de sus características.
Es un juego que parece nativo de Wii aunque sea de Game Cube. Vamos,
que además de ser inaplastable se permite hacer cabriolas.
Os dejo la noche de viernes con eso que
teníais que estar haciendo en vez de emponzoñar vuestros hígados
con el enésimo gin tonic, el brebaje hipster que en tan mequetrefe
ha convertido al ocio nocturno. RE4 bebe barro y come tierra. Nada de
gin tonics.