jueves, 28 de julio de 2016

Las Aventuras de Tadeo Jones

El cine de animación me gusta, ya sabes, aunque sea adulto. Esto hoy en día los hipsters lo dicen sacando pecho, como si fuera un logro. Bueno, lo es, pero en el 2016 ya tendrías que haber digerido ese logro como para presumir tanto. Lo que me hace pensar que para ti es un logro reciente, lo que desacredita ante mi.

No soy un dictador, sólo un tipo un poco más inteligente.


Me viene ahora a la cabeza la nueva de Zipi y Zape anunciada en marquesinas estos días. Amigos míos, niños ansiando ser tan molones como yo, hoy os voy a regalar una de esas pequeñas piedras preciosas que a mi me sobran pero que a vosotros os hacen tanta, tanta falta. La mejor película española de los últimos años es Las Aventuras de Zipi y Zape. Con esa producción, ante la que quedé asombrado, el cine español da un paso de gigante hacia el cine como se concibe en los grandes estudios y sin perder la identidad patria. Esto es, la única manera correcta de hacerlo en España. Aunque esté feo decirlo, las personas como Vigalondo que simplemente hacen un cine basado en las ma-ra-vi-llo-sas tardes que pasaron viendo VHS de Los Goonies, lo cierto es que, visto desde fuera, sólo es un español que intenta hacer películas como las americanas. Y eso para la industria no es más que un mosquito. Es como un zapatero que se dedica a hacer zapatillas de deporte iguales a las Converse. Hombre, tiene encanto, pero te pillas unas Converse de verdad.

En Las Aventuras de Zipi y Zape hay un concepto duro, fuerte, profesionalmente desarrollado y con una historia divertida vistiéndolo. Lo mismo que Los Vengadores pero con Zipi y Zape. Por eso digo que es la mejor película española de los últimos años.


Hablo de Zipi y Zape porque es una película para niños como Tadeo y, bueno, me he acordado. Pero vamos con Tadeo.

Las Aventuras de Tadeo Jones es una película a la que yo le daría un 7. Oye, ojo, un siete. Con un siete tu madre te compraba un plumier nuevo, para que sigas estudiando bien.

Tadeo Jones me parece que tiene un fallo “como muy español”: los españoles siempre recurrimos a la parodia en nuestras grandes obras de entretenimiento. Superlópez es una parodia de Superman, Mortadelo y Filemón de las películas de agentes secretos sofisticados y Las Aventuras de Tadeo Jones de Indiana Jones. Me da mucha pena que España no consiga dar con una identidad suficientemente potente por sí misma sin recurrir a lo que han hecho otros. Por eso Tadeo Jones, aunque me parece encantadora, de calidad y divertida, me raya un poco por eso.

Luego hay algunos chistes que me rayan también, pero también porque aquí a lo que se hace aquí lo miramos con lupa, por envidia.

¿Qué cosas de animación me parece que tienen esa enjundia como para ir enseñándolas por el mundo? Bueno, Pocoyó, pero con esto no te descubro nada, para eso no tienes que entrar aquí. Echaré una sota de copas y te hablaré de Jelly Jamm, una serie que tengo vista en Clan (de madrugada a las mil y pico, no te vayas a pensar) que pienso que puede tener esa entidad como para que la vean en el extranjero. Además tiene banda sonora de La Casa Azul, con lo que, chico, deberías arrodillarte.


Tampoco te creas que estoy a-tope-con-la-animación-española, me gusta saber cómo está “el estado de la cuestión” y conozco un poco lo que puede conocer todo el mundo. Pero diablos, eso no significa que no me guste.

¿Estará bien Atrapa la Bandera? Tiene pinta de ser mejor que Tadeo Jones, pero los niños protagonistas me parecen un pelín Poochies para mi. Tienen unas miradas demasiado sharp, demasiado inteligentes e intrépidas, de forma artificial. Y por eso Atrapa la Bandera está bajo mi Espada de Damocles sin haberla visto.

Y nada, Tadeo Jones.