jueves, 28 de julio de 2016

Kikea Palets

Como tú, estoy enganchado a Wallapop. Divago por él buscando mis cacharritos, mis juegos de Game Boy a menos de 5 pavos (se me hace como facilón comprarlos por más), mis rollos de papel de la Game Boy Printer (qué ganas tengo de hacerme con una).


Pero a veces, aunque yo vaya a lo mío, en la pantalla de inicio aparecen cosas que me llaman la atención. Hoy he visto como un sofá desnudo, con los espumillones del reposaculos y el respaldo sin la funda y cuatro tablas haciendo de armazón. Oye, tenía su cosa. He entrado a mirar y he descubierto Kikea Palets.

Kikea Palets se dedica a hacerte con cuatro palés una cama, un sofá, una silla, una jardinera o cualquier cosa así como para el hogar. Una excelente manera de montarte tu primer pisito por cuatro duros mal contados.

Aparte de que los productos que ofrece son sencillos y molan (ni barnizado ni fundas ni hostias, eso hazlo tú, así te diviertes) lo guay es que Kike A. se ha marcado una “empresa personal” que no puede sino romper los molonómetros.


Pon que se llame Enrique Álvarez. En casa le llaman Quique, pues Quique. Y como él es de calle lo escribe Kike, con K, que todos sabemos que mola mucho más. Y juntándolo con la inicial del apellido queda Kikea. Qué feliz coincidencia que se parezca tanto a la empresa sueca de muebles cuando eres un chico que ha tenido la feliz idea de montar sofás con palets, ¿no? La casualidad es sierva de los grandes.

Total, mi querido amigo emprendedor, que tanto emprendes, que en tu honor tantas campañas hace Bankia: he aquí un ejemplo de lo que tienes que hacer tú. No se trata de pedir muchos créditos ni de quejarse porque “no hay dinero”. Kike A., con, me temo, las vueltas del supermercado, ha montado una cosa que mola muchííííííííííííííííííííísimo más que esa enésima hamburguesería vegana que tú tantas ganas tienes de montar.


Ya ves que Kike A. no ha alquilado un local en Conde Duque, ni siquiera está pagando un duro por un dominio web. El tronco ha hecho unas fotos a los sofás guapos que se monta en kel y los ha colgado en Wallapop, que es gratis, al menos hasta hoy. Y como donde hay talento no vale la macroeconomía, se ha cascado un logo de Ikea reemplazando la millonaria marca sueca por el suyo propio. Un Che Guevara. Ese hijo que todas deberíais querer tener.

Hoy rendimos homenaje a Kike A., ese montador de sofás anónimo que a golpe de brillantez y de escasez de complejos te hace una cama por 35 pavos que te follas a tu novia hasta que se le pongan los ojos en blanco.