Aunque sea yo un amante de las hidden
gems no es que esté yo hablando de mucha hidden gem precisamente.
Bueno, quizás Blur, pero esa hidden-hidden no está. De hecho, hoy
en día yo creo que ya no existen las hidden gems, todos conocemos
absolutamente todos los videojuegos del mundo, todos hemos visto los
infinitos Youtubes sobre videojuegos que hay y conocemos hasta la más
leve anécdota de Nintendo, Sony, Microsoft, Atari, Nec y tantas y
tantas más.
O sea que me parece que hablar de
hidden gems a estas alturas sería pretencioso por mi
parte.
En este escenario, hablemos de una de
esas joyas de la corona de alto kilataje, esa esmeralda que se pone
arriba del todo. Super Mario Galaxy 2, qué puedo decir. Que me gustó
más el 1 porque a mi siempre me gustan más los 1, pero este juego
es la quintaesencia del refinamiento.
Yo siempre he pensado, y temo que no me
equivoco, que el éxito de una consola sobre otra no se debe ni al
hardware, ni a los juegos, ni a nada de nada. Se debe al color. Las
consolas que triunfan siempre tienen unos colores más vivos que las
de las competidoras. De esto nadie habla porque, bueno, imagino que
no lo podrán percibir, pero es verdad.
Hoy en día que las arquitecturas
internas de las máquinas son prácticamente estándar el color tiene
que venir del halo que proyecte la consola. La megalomanía de
Microsoft en esta generación ha hecho que se pegase el batacazo en
ventas, pero temo que el “color” del aura de la máquina de
Microsoft es mejor que el de la de Sony. Así que yo aún me resisto
a dar por ganadora a la PS4. Queda mucho partido todavía.
Por eso Super Mario Galaxy es tan gran
juego. No sólo es una sinfonía de colores, sino que está dentro de
una sinfonía grandiosa. Es una gran orquesta tocando esa música que
te eleva a la que encima le echas sabor a frutas. Para mi, el arte
pop más elevado y, por tanto, el arte más elevado en general.
Si tengo que explicarte de qué trata
Mario Galaxy no eres bienvenido en este blog. Para esas cosas tienes
absolutamente todo el resto de Internet. Aquí intentamos dar, si no
tienes inconveniente, amigo lector, una nota más alta.
Y esto es todo, amigos.