Ah, sí. La Auténtica Princesa del
Pop. Britney, bueno, tiene muchas cosas buenas, pero Selena le da
bastante sopas con ondas sin despeinarse. Es como enfrentar a la
princesa del reino contra la jefa de las caballerizas. Hombre, si
habéis visto tantas películas como yo sabréis que en ese combate
siempre ganaría al principio la de las caballerizas, de forma
injusta y usando la fuerza bruta, pero al final la princesa,
recurriendo a los grandes valores y a alguna triquiñuela que le
habría enseñado el sexy bardo, acabaría con la paleta de forma
buena para todo el reino.
Fundido a negro y fin.
Así es como yo imagino un combate
entre Selena y Britney. Britney es puro fuego, es el Whopper que te
chorrea entre los dedos. Pero Selena es mejor para la salud, de un
sabor más sutil con un final divino. Cómo componer tu dieta es
responsabilidad tuya y sólo tuya. Pero tampoco te vayas a joder la
cabeza pensando en esto.
Creo que tengo la suerte de tener todos
los LPs que ha sacado Selena, que son tres. Uno en solitario y dos
con la banda musical The Scene. Luego tengo la banda sonora de Shake
It Up, show cuyo tema principal también es de Selena Gómez. Selena
es la reina de Disney, como ya todos sabréis, escoltada por otras
grandes figuras de la talla de Zendaya, Bella Thorne, Dove Cameron,
Peyton List, Laura Marano o Bridgit Mendler. Disney Channel es una
fábrica de pibones. También una fábrica de borrachas. Una cosa
suele ir de la mano de la otra.
A Miley Cyrus y a Megan Fox las metemos
en otra sección, en la categoría de Decadentes Zorras. Creo que si
yo fuera un gigante del entretenimiento infantil invertiría una
buena parte de mis recursos en aconsejar a unas chicas que están
dentro de un huracán demasiado poderoso para ellas para que no acabe
con sus vidas, como pasó también, por ejemplo, con las gemelas
Olsen.
Yo voy más allá que Google, que dice
Don´t Do Evil. Yo digo Do The Right Thing.
Selena también es una borracha
alocada, pero, no sé, la miro con más ternura que a las demás.
Puede que esté hipnotizado, y no te lo digo de broma. Yo caigo de
patitas en todas las trampas que ponen las mujeres. Pero que alguien
sea tramposo no significa que no sea tierno, así que yo sigo
defendiendo a Selena a pesar de que sea la típica que hace la
croqueta en la discoteca después de haberse calzado 8 vodkas.
Selena fue novia de Justin Bieber, o
sea, que ha picado en lo más alto. Como los dos son los más grandes
se juntaron, pero como siempre suele ocurrir en estos casos él se
quedó humillado y ella destrozada, destrozo que cauterizó con
litros y litros de alcohol. Siempre es la misma fábula, lo raro es
que no nos hayamos cansado de leerla.
Hace poco Selena protagonizó Spring
Breakers, película que va de cuatro chorbitas en las vacaciones de
primavera americanas. Fue su bautismo de fuego en el que pasaba de
niña a mujer, o de niña a carne de cañón, según se mire.
Miren, señores, yo creo que Selena
hace muy bien. Si estás en mitad de esa locura que es la fortuna y
la fama ¿qué vas a hacer? ¿Ponerte en plan monja? Pues no, le
sacas el máximo partido a ese lugar donde la vida te ha llevado. Si
vas a Italia te comes unos macarrones con tomate, no vas contándole
a la gente que si tú tienes una dieta pobre en hidratos. Te comes
los putos macarrones y te bañas en la Fontana de Trevi. Claro que
sí.
Ya tendrás tiempo de rehacer tu vida.
Ya tendrás tiempo de lamerte las heridas, de recomponer tu cerebro.
No te preocupes, la vida es muy larga. Tú pásalo bien, que los que
no lo pasan bien a tu edad lo tienen que pasar bien a los 55, y
claro, ahí tienes que dejar a tu mujer, que si divorcio, papeles,
Harley Davidson, ridículo en la empresa, hijos repudiándote...
Vamos, un Cristo.
La movida es la misma, lo que no es lo
mismo son 25 que 55. Amigo. Esa es la clave.