sábado, 30 de julio de 2016

Selena Gómez

Ah, sí. La Auténtica Princesa del Pop. Britney, bueno, tiene muchas cosas buenas, pero Selena le da bastante sopas con ondas sin despeinarse. Es como enfrentar a la princesa del reino contra la jefa de las caballerizas. Hombre, si habéis visto tantas películas como yo sabréis que en ese combate siempre ganaría al principio la de las caballerizas, de forma injusta y usando la fuerza bruta, pero al final la princesa, recurriendo a los grandes valores y a alguna triquiñuela que le habría enseñado el sexy bardo, acabaría con la paleta de forma buena para todo el reino.


Fundido a negro y fin.

Así es como yo imagino un combate entre Selena y Britney. Britney es puro fuego, es el Whopper que te chorrea entre los dedos. Pero Selena es mejor para la salud, de un sabor más sutil con un final divino. Cómo componer tu dieta es responsabilidad tuya y sólo tuya. Pero tampoco te vayas a joder la cabeza pensando en esto.

Creo que tengo la suerte de tener todos los LPs que ha sacado Selena, que son tres. Uno en solitario y dos con la banda musical The Scene. Luego tengo la banda sonora de Shake It Up, show cuyo tema principal también es de Selena Gómez. Selena es la reina de Disney, como ya todos sabréis, escoltada por otras grandes figuras de la talla de Zendaya, Bella Thorne, Dove Cameron, Peyton List, Laura Marano o Bridgit Mendler. Disney Channel es una fábrica de pibones. También una fábrica de borrachas. Una cosa suele ir de la mano de la otra.


A Miley Cyrus y a Megan Fox las metemos en otra sección, en la categoría de Decadentes Zorras. Creo que si yo fuera un gigante del entretenimiento infantil invertiría una buena parte de mis recursos en aconsejar a unas chicas que están dentro de un huracán demasiado poderoso para ellas para que no acabe con sus vidas, como pasó también, por ejemplo, con las gemelas Olsen.

Yo voy más allá que Google, que dice Don´t Do Evil. Yo digo Do The Right Thing.

Selena también es una borracha alocada, pero, no sé, la miro con más ternura que a las demás. Puede que esté hipnotizado, y no te lo digo de broma. Yo caigo de patitas en todas las trampas que ponen las mujeres. Pero que alguien sea tramposo no significa que no sea tierno, así que yo sigo defendiendo a Selena a pesar de que sea la típica que hace la croqueta en la discoteca después de haberse calzado 8 vodkas.


Selena fue novia de Justin Bieber, o sea, que ha picado en lo más alto. Como los dos son los más grandes se juntaron, pero como siempre suele ocurrir en estos casos él se quedó humillado y ella destrozada, destrozo que cauterizó con litros y litros de alcohol. Siempre es la misma fábula, lo raro es que no nos hayamos cansado de leerla.

Hace poco Selena protagonizó Spring Breakers, película que va de cuatro chorbitas en las vacaciones de primavera americanas. Fue su bautismo de fuego en el que pasaba de niña a mujer, o de niña a carne de cañón, según se mire.

Miren, señores, yo creo que Selena hace muy bien. Si estás en mitad de esa locura que es la fortuna y la fama ¿qué vas a hacer? ¿Ponerte en plan monja? Pues no, le sacas el máximo partido a ese lugar donde la vida te ha llevado. Si vas a Italia te comes unos macarrones con tomate, no vas contándole a la gente que si tú tienes una dieta pobre en hidratos. Te comes los putos macarrones y te bañas en la Fontana de Trevi. Claro que sí.


Ya tendrás tiempo de rehacer tu vida. Ya tendrás tiempo de lamerte las heridas, de recomponer tu cerebro. No te preocupes, la vida es muy larga. Tú pásalo bien, que los que no lo pasan bien a tu edad lo tienen que pasar bien a los 55, y claro, ahí tienes que dejar a tu mujer, que si divorcio, papeles, Harley Davidson, ridículo en la empresa, hijos repudiándote... Vamos, un Cristo.

La movida es la misma, lo que no es lo mismo son 25 que 55. Amigo. Esa es la clave.