sábado, 30 de julio de 2016

Left 4 Dead 2

¿Para qué comernos la cabeza rebuscando entre la basura cuando tenemos Left 4 Dead 2? L4D2 funciona como un reloj suizo, no en vano está hecho por Valve, los cerebritos del mundo de los videojuegos. Si quieres precisión milimétrica, compra Valve.


A mi los motores gráficos me gustan o no por las sensaciones que me transmiten. Entiendo que para las personas que son un pedazo de yeso las cifras sean lo único importante porque no pueden percibir otra cosa, pero para los que estamos un pelín más evolucionados que la media estas son las cosas que realmente importan. Por eso el motor creado por Valve, Source, a pesar de ser el menos potente del mercado, para mi es el mejor. Siento que es el más limpio de todos y, por tanto, el más honesto. Probablemente leyendo el código con el que está programado esto quede claro, pero yo no sé leer código. Me basta mi nariz.


L4D2 nos presenta los mismos acontecimientos que su predecesor pero situados en otro punto del país, más al sur. Como por los pantanos de Florida y por ahí. Los personajes también cambian, son otro grupo de cuatro supervivientes que se han quedado atrapados en medio del apocalipsis zombie. ¿Molan más que los primeros? Mmmmm me voy a atrever a decir que sí. Con Coach, el negro gordote, y Ellis, el encantador paletillo, me sostengo para hacerlo.

En esta parte también hay más armas, aunque la estructura sigue intacta: hay armas que disparan más rápido pero infligen menos daño, otras que les pasa al revés y los rifles de francotirador. Dentro de ese esquema hay más variedad, pero es el mismo que el de la primera parte. También ha aumentado el número de enemigos especiales, aunque en este caso no estoy tan satisfecho. Molan, pero no me molan que te cagas.

L4D2 es menos oscuro que el primero, pero eso, aunque en un argumento zombie pueda parecer una cagada, en la práctica no lo es tanto. De hecho, plantear un apocalipsis zombie a plena luz del día ofrece unas sensaciones muy interesantes, como que el hecho de que haga sol no hace que el pánico disminuya. Curioso. Curioso y bien visto.

El ambiente sureño estadounidense, cajún, siempre ha sido muy delicioso. Gámbito procedía de esa zona, igual que aquel restaurante de Malasaña que no sé si seguirá donde te servían los famosos tomates verdes fritos. El rollo paleto mezclado con el calor pegajoso es como muy guay. Es horripilante pero a la vez te gusta. Cómo somos las personas. Nos gusta más jugar en el barro que ir al baile de palacio. Pues normal. Son los habitantes de palacio los que están deseando bajar al barro.


¿No eres bueno a L4D? Tío, entonces estás más jodido de lo que yo pensaba. Matar zombies es el abc de las cualidades que hoy en día exigen las empresas. Si en tu curriculum no pone que como poco te defiendes jugando a L4D tus oportunidades para ser el candidato elegido quedan muy, muy reducidas. El mundo actual exige saber tratar con los zombies, no ceder a la infección, saber defenderte tanto a ti mismo como a los tuyos. Saber jugar a L4D exige saber trabajar en equipo, porque tú solo vas a morir, te lo digo yo. Sólo es cuestión de esperar a que te cace un Smoker y morir estrangulado. Si un compañero no viene a salvarte tú solo no te vas a poder soltar de su musculosa lengua. Como veis, Valve no hace juegos, hace sinfonías.

¿Pero de verdad estás haciendo un curso de Excel? ¿Realmente vas a ir a esa charla sobre redes sociales? ¿En serio asistes al simposio de las 10 claves para que tu cliente se sienta satisfecho? Tío, tío, tío, lo estás enfocando todo super mal. Esas cosas son supercherías, sólo un montón de datos. Aprende a jugar a L4D y todo lo demás se te dará por añadidura.

Así está escrito.