Tener cosas de Dragon Ball es una
apuesta segura, no como tener cosas como El Acorazado Potemkin. Si
tienes El Acorazado Potemkin no creo que la vayas a ver más de una
vez (si lo consigues) pero si tienes Dragon Ball siempre es buen
momento para leer un poquito.
Dragon Ball mola porque enseña a los
niños el valor de la lucha, de la voluntad, del superarse a uno
mismo cada día un poquitín más. Yo he visto y leído mucho Dragon
Ball y ¡ya me veis, niños! Hecho un Son Goku.
Hoy en día si no tienes estos valores
en la mochila estás perdido. ¡Perdido! No tienes ni una sola
oportunidad. Eso de me meto en una empresa hasta que cumpla 65 y
llegue otro a reemplazarme no es que se haya acabado, es que da pena
cómo sigue avanzando como un zombie de Left 4 Dead.
Yo he tenido la suerte de tener un
desarrollo guapis y todos los valores de los que hablo los tenía ya
desarrolladitos antes de que empezara la mierda del rollo de las
startups y tal. Hoy ya yo creo que no, pero en mis tiempos trabajar
en publicidad y tendencias era la mejor escuela para la vida a la que
podías apuntarte.
En publicidad aprendías a trabajar
como se trabaja hoy ya en todos los sitios que no sean una mierda
pinchada en un palo. Te relacionabas con gente de todo pelaje y
condición y de postre te divertías un montón. Lo que viene a ser
una startup de hoy.
En tendencias, les duela o no a mis
queridísimos creativos, era dónde estaba la pomada de verdad. Nos
juntamos unos cuantos lumbreras en un foro y me río yo de Silicon
Valley. Nosotros inventamos qué es y no molar. Tamaña fue nuestra
osadía. Los brainstormings de la agencia de publicidad eran
aguachirri comparado con lo que había allí.
Por tanto ahora me viene un chaval con
sus “cualidades startuperas” y levanto la pata y le meo. En
nuestros tiempos lo hacíamos así, si alguien nos insultaba con su
presencia levantábamos la pata y le meábamos. No nos cortábamos un
pelo.
Así que con lo que te cuento de que he
visto mucho Dragon Ball y con esto que te he contado ahora no sé ni
para qué te molestas en mirar mi perfil de LinkedIn. ¡Si es todo
mentira! ¡Yo no he estudiado en mi puta vida! Todo lo que pone en mi
perfil de LinkedIn es mentira, todo lo que digo aquí es verdad.
Y ya ves, sólo haciendo lo que me
apetecía en cada momento. ¿Ves como te esfuerzas demasiado? Tienes
que aprender de Goku, no de Vegeta, hombre.