sábado, 22 de julio de 2017

Impactum Energy Drink

Hace unos días hablamos de Impactum Dark, hoy hablamos de Impactum a secas. ¿Está bueno Impactum? ¡Mñeeeeeé...! Ahí ahí. Por un euro prefiero un Eneryeti.


Impactum tiene una estética Powerpoint, me encanta como rollo pero dista mucho de ser comercialmente apta. Eneryeti costando lo mismo mola más, así que la opción es Eneryeti sobre Impactum. El sabor es sutilmente diferente pero ambas saben a bebida energética de andar por casa. Entre dos fregonas prefiero la que tiene las cerdas amarillas, que parece que son mejores.

¿Por qué me compro entonces Impactum? Porque me gusta el coleccionismo, descubrir cosas nuevas, insólitas. Me gusta encontrar piezas que nadie más ha reparado en ellas. Me gusta ver la belleza en las cosas en las que la gente suele ver la fealdad.


¿Es tanta compasión buena para mi? Sí y no. Por un lado es buena porque la compasión es buena intrínsecamente. Por otro lado es mala porque gasto tantas energías apoyando a los desfavorecidos que al final apenas me queda nada para mi disfrute personal. Y eso es un poco malo, porque si yo no tengo para dar todos los demás se quedarán sin nada.

¿Debería la gente, por tanto, empezar a aprender a vivir sin que Juan les dé una limosna? ¡No estaría mal! Juan también tiene problemas y no se pasa el día llorando, Juan. Juan aprieta los dientes y sigue trabajando para que cada día le vaya un poco mejor. Muchos deberían tomar muy buena nota de lo que hace Juan.


Juan se hace cargo de todo. Juan te entiende. Juan ve detrás del numerito ridículo que montas para llamar la atención. Y sin embargo Juan hace como que no se da cuenta y te da justo lo que necesitas. ¿No crees que le debes a Juan un par de rondas al menos? Yo creo que sí.

Juan no va a llamar a nadie para que te eche de tu casa, por supuesto que no. Juan confía en tu capacidad para discernir qué cuentas tienes pendientes y qué cuentas están saldadas. Juan espera pacientemente a que te des cuenta de que trabajar para tu orgullo es trabajar en contra de tus intereses.


Juan, en resumidas cuentas, quiere darte una lección. Pero no para hacer más grande el ombligo de Juan, el cual hace mucho tiempo que no se mira. Te la quiere dar para que contemples, atónito, lo que has hecho por pensar sólo en ti. Cuando contemples el espectáculo, la desolación, ya no hará falta que Juan te diga ni una sola palabra más.

Juan ha pensado este plan desde el principio, no te creas que Juan está a uvas. Juan te quiere tanto que traga con lo idiota que eres sólo para que te des cuenta de que lo eres. ¿Te puede, acaso, alguien querer más que Juan? Busque, compare y si encuentra algo mejor... Cómprelo.