domingo, 30 de julio de 2017

Eneryeti – Tropical Energy

Eneryeti tiene muchas variedades, así a ojo yo diría que va por 4 ó 5 ahora mismo. Antes sólo había Eneryeti normal, por tanto este aumento de variedades habla de que Eneryeti está teniendo cierto éxito por lo menos.


Si no tienes éxito ni se te pasa por la cabeza aumentar la producción, a no ser que seas una de esas personas hipnotizadas por “las nuevas formas millennials de hacer las cosas”. Cada poco tiempo sobre la faz de la tierra aparece alguien que quiere que lo blanco sea negro y lo negro, blanco. Por ejemplo, el final del siglo pasado estuvo marcado por personas que quisieron hacernos creer que endeudarse con otra persona es ¡buenísimo!

Si por ejemplo insultas a alguien contraes una deuda. Si pides perdón no pasa nada y la deuda queda condonada, pero si persistes en que tú tienes razón la deuda aumentará con el tiempo por los intereses. Cuanto más tiempo mantengas el insulto más daño hará y por lo tanto más tendrás que gastar en reconstruir lo destruido más adelante.


La idea de que endeudarse es bueno se basa en la impunidad. Uno se inventa la idea de que ancha es Castilla y que eso de las deudas, bueno, es opinable. Pues no es opinable, lo siento. Es algo natural, genético. Si jodes a alguien quedas tú jodido por dentro también y estarás impulsado constantemente a saldar la deuda. Pero si haces más caso a tu orgullo que a tu instinto natural con el tiempo tendrás un monto a saldar imposible de complacer.

Cuando uno entra en la zona de las deudas mal asunto. Tu espíritu se pone en números rojos y por las noches te empieza a costar dormir porque tu espíritu está agitado pensando en que le debe tanto a fulanito. Y como no duermes bien por la mañana te despiertas de mala leche y la pagas con el primero que pase, contrayendo otra deuda más todavía.


Total, que cuando te quieras dar cuenta le debes algo a todo el mundo. Y como la gente suele dar de lado a los deudores uno acaba marginado porque nadie le contesta los WhatsApp. Te empiezas a volver loco pensando qué rayos pasa y lo que pasa es que has jodido a demasiada gente. Pero como la gente ahora te quiere joder a ti por listo no te dice nada y, con el tiempo, acabas ingresando en el manicomio.

En el manicomio encuentras a otros deudores tan locos como tú y Alguien Voló Sobre El Nido Del Cuco. Pero eso ya es otra historia.


La paranoia millennial también es fina, se basa en que si tú eres chupi-guay todo está hecho. Te compras unas gafas de pasta, compras la Jot Down y eres impune. La paranoia millennial crea un mundo de unicornios que nadie ve. ¿Ves tú unicornios por alguna parte? Ah, que tú sí. Vale, vale, sigue tu camino. Fuch, fuch.

La vida es muy sencilla, lo que pasa es que hoy en día con tantas ideas descabelladas sobre la mesa uno ya no sabe qué está bien y qué está mal. Hombre, yo sí lo sé, pero es que yo me lo he currado. ¿Qué te piensas? ¿Que estoy jugando yo a locos juegos de unicornios de colores o qué?