miércoles, 26 de julio de 2017

Odio Vol. 10 – Una Terapia Asquerosa

Odio muy bien. Si no me lees a mi lee Odio, que no es un 10 pero es un 9,9. Tampoco está mal.


Por la portada, en este volumen a Lisa se le pira la olla. Lisa está cansada de hacer siempre lo que los demás esperan de ella y de un día para otro se busca unos amigos góticos y se hace lesbiana. ¡Pues lo normal! No conozco una sola persona normal que un día no lo haya dejado todo y se haya hecho punk. ¿Conoces tú una persona normal que no haya hecho eso?

Como nos desvelan a lo largo de Odio, eso es una etapa y luego Lisa viene con sus demonios ya exorcizados a casarse con Buddy y a tener un puto niño del que cuidar en vez de cuidar de ti mismo. Pero para llegar a ese estado de excelsa madurez hay que haber sido antes punk. Si no ya me dirás tú qué coño le vas a enseñar a tu hijo. A ser una mierda.


Las etapas son una cosa bellísima, una persona hoy es tal y mañana te la encuentras siendo aparentemente una cosa completamente bizarra. Pero es la misma persona, lo sabes por el DNI. ¿Cómo puede ser esto? Pues por lo mismo que un día tomas Fanta para al siguiente tomar Bitter Kas, porque hay que avanzar un poquito en la vida.

Hombre, si te haces punk y nunca dejas de ser punk tienes un problema, también te lo digo. Eso de estar sentado en un aledaño de Gran Vía con dos perros está guay pero no como plan de vida definitivo. Estar ahí sentado es una preparación, no el plan final. Si ese es tu plan final aparta, que estoy hablando con unos amigos.


Lisa se hizo normal cuando empezó a engordar. Las chicas tienen mucho miedo a que les engorde el culo cuando eso es justo lo que los chicos llevamos esperando toda la vida. Por un lado los culos gordos son valiosos intrínsecamente y por otro sugieren que tú ya no estás para juegos de princesas. Un culo gordo te recuerda que es suficientemente fuerte como para soportar el peso de un bebé en el seno, que se encuentra un poco más arriba del culo.

Un culo gordo habla castellano, no un extraño lenguaje sms. Pone puntos, comas y tildes y te reprende si le dices XOXO. Un culo gordo habla por el ano, como no podría ser de otra manera. ¿Por dónde se te ocurre sino que va a hablar un culo?


Un culo gordo es síntoma de que Lisa ya dejó de ser punk. Ahora viene con la riquísima experiencia de un amor lésbico que ha hecho que se conozca más a sí misma. ¡Bueno! Si tenía que ser así, estupendamente. Yo quiero que me vengas aprendida, cómo te las hayas ingeniado para aprender es ya cosa tuya.

Si Lisa no se hubiese abiertamente hecho punk te tendrías que comer un punk soterrado el resto de tu vida. ¿Tú sabes lo que es eso?