¡Esto es una conspiración! ¡Una
conspiración! Qué mantra más contemporáneo, ¿eh? Nunca las
conspiraciones han estado más de moda que hoy.
Hoy conspira hasta el kiosquero. ¡Todo
el mundo sabe conspirar! Para aprender a conspirar no hace falta
estudiar, basta con desenvolverse en un ambiente conspirativo. Y como
hoy vivimos todos dentro de la conspiración de los grandes
millonarios todos hemos aprendido a conspirar por el mero hecho de
respirar el aire del ambiente.
Cuando hace unos 10 años descubrí los
conspirativos asuntos no salí de mi asombro. Nadie me creyó porque
aunque estaba entre gente de mucho nivel no tenían tanto nivel como
yo y, bueno, eso se nota. ¡No todo el mundo puede picar tan alto
como Juan! Yo lo entiendo. Hoy por hoy cualquier chaval con acceso a
Internet ya sabe lo de la granja humana y todos los asuntos aledaños.
Ha salido hasta un juego de El Profesor
Layton llamado La Conspiración de los Millonarios. He sacado grandes
coolhuntings en mi vida, pero este fue el mejor. Tan bueno fue que me
despidieron por él. ¡Pobres ignorantes! Juan no es despedido, Juan
despide a los jefes que no son dignos de él.
Si le llegas a la gente con
coolhuntings a 10 años vista la gente no lo va a entender. Pero por
aquel entonces yo no era conocedor de mi verdadero poder, así que
ser superior a personas que me doblaban la edad se me hacía como
imposible. Además de poderoso soy muy humilde y tiendo a pensar que
mis mayores son mejores que yo. ¡Qué error tan inocente!
Sin embargo hay que guardar las
apariencias, del mismo modo que Superman fingía ser Clark Kent. La
gente no puede asimilar ciertas verdades enormes por eso ha de ser
mantenida en tinieblas. El rollo conspirador puede ser macabro pero
se basa en ciertos hechos más o menos verdaderos.
Además, gracias a que no me creyeran
en su día ha tenido una ventaja inesperada fabulosa: he desarrollado
Síndrome de Estocolmo. Al no poderme zafar de mis secuestradores he
llegado a entenderlos y a amarlos. Por tanto ahora soy tan buen
secuestrador de masas como ellos, incluso un poco mejor, si me
permiten la falta de modestia por unos instantes.
Por eso no puedes dejar de leerme,
porque en mis textos está implícita la píldora Illuminati, que te
hipnotiza y te hace tomar aquel camino que a mi más me conviene. ¿No
me crees? Tampoco me creyeron mis jefes lo otro. ¿Quieres ser un
borrego como ellos? Pues cierra la boca de cochino que tienes y
créeme a pies juntillas, hazte un favor por una vez en la vida.
Ahora que ya sabes que estás
hipnotizado ¿qué vas a hacer, pobre criatura? ¿Qué más te da
saber que estás hipnotizado si no puedes deshipnotizarte? Sólo te
puedo deshipnotizar yo y lo haré cuando me venga en gana, cuando me
convenga. ¿Cuando me convendrá? No sé, cuando quiera comprarme
unas Nike nuevas o algo. Nunca se sabe.