martes, 13 de septiembre de 2016

Aquarius


Yo este brebaje me lo bebo porque, no sé, es como agua con limón falsa, y a falta de la de verdad bebamos de la falsa.


No soy muy de Aquarius, me parece el refresco de los gilipollas. O sea, que tienes cientos de bebidas que saben a centelleantes sabores y tú te pides la que es como agua sucia.

Tío, te estás perdiendo la vida.


¡Píllate una Fanta de esas nuevas que hay, como de raspberry o no sé qué pollas! ¡A ver a qué sabe! Pero no, tú te pillas el agua de grifo con Almax.

Ahora en algunos sitios hay Coca-Cola de vainilla, como la de Pulp Fiction. ¡Tú Aquarius! Bueno, por no hablar de Red Bull y toda su corte de bebidas energéticas. Pues no, tú vas y pides Aquarius. Porque eres tonto del culo.


Los anuncios son cada vez peores, así que no me vengas con que te seducen. ¡Eso no seduce ni a tu abuela, que a lo mejor lo que le venía bien es un buen repaso a la antigua! ¿Está muy arrugada? Porque yo estoy salido.

¿Hasta qué edad es posible follarse a una mujer? Mejor dicho, ¿cómo de chuchurría tiene que estar para que en vez de ver un coño esperándote veas un montón de arrugas asquerosas?


Yo, hoy en día, me temo que esa mujer que yo rechazase tendría que tener al menos 130 años.

Lo de que no tenga dientes es práctico, ya que estamos hablando. Eso de que te muerdan la polla es terrible. Es mejor que se hayan caído ya todos los dientes.


Y el coño... ¡No sé, tío, es un coño! Como decía Makinavaja, un coño es como un billete de mil, que aunque esté arrugado siempre tiene un valor intrínseco. ¿A quién se la vas a colar tú? A mi no.

Mejor que esté arrugado, así te hace más guli guli en la polla.


Yo lo peor de tirarme una vieja sería, sin duda, tener que aguantar sus gracias de vieja. Las gracias de vieja son lo peor que te puede pasar en la vida, así que imagínate en un poscoito. ¡De ahí no te puedes escapar, tío! ¡No es como en el ascensor, que la tortura dura como mucho veinte segundos! Que se hacen eternos, dicho sea de paso.

Ahí está ella, mirándote con esos ojos apagados. ¡Jesús, qué agonía! Aún así pasaría por ese infierno sólo por meter.


Y probablemente volvería al día siguiente, o sea, que mira cómo está el panorama. Calentito.

Por lo menos espero que fuese una buena anfitriona y se molestara en pedir un par de pizzas familiares a Domino´s. Hombre, qué menos. Con pizza los problemas se diluyen. Le pones las piernas en los hombros mientras ves la tele y comes pizza y, oye, se te ha pasado la noche.


Mira, y ya que estamos, podría pedir con las pizzas un Aquarius. Para jugar a perversos juegos. Yo la obligaría a beberse el Aquarius, así, así, traga, abuela, no dejes nada.

¡Es como medicina!