Estas son las típicas
zapatillas-putada: molan mazo pero son durillas. Están todas
recubiertas de plástico. Y, oye, que para el plasticazo que las
recubre aún son muy cómodas, pero aún con todo las hay otras más
cómodas y esas son las que uso más habitualmente.
Con estas bambas fardas mazo, son
zapatillas diseñadas para fardar. Con esto vas a una fiesta así
tipo inauguración de galería de arte y te quedas con la peña. Eres
el mejor de la fiesta. Pero, aún con todo, quizás me pondría las
que llevo ahora, porque son más cómodas, y esos saraos son mazo
cansados.
El otro día vi en El Corte Inglés
unas Nike muy interesantes: se llamaban Downshift, o Downshifting, no
sé. El concepto abarca dos flancos: uno, son unas bambas que no son
para correr cada vez más, sino para ir más despacito. Downshift.
Baja la marcha. O sea, que que una marca de calzado deportivo apele a
bajar el ritmo y no a subirlo es muy interesante.
Dos, costaban 39,95. Poco es eso para
unas Nike. Nike, que debe tener grandes sabios pensando para ellos,
se ha dado cuenta de que no andamos para atar perros con longanizas.
Que unas bambas son unas bambas, y no puedes dejarte en ellas 130
pavos alegremente. Quizás estén diseñadas específicamente para el
sur de Europa, qué sé yo. Los materiales con los que estaban hechas
eran así más barateros, y podrían ser unas Karhu perfectamente.
Pero no, son Nike. Punto para Nike. El molonómetro se inclina hacia
Nike.
Yo, hasta descubrir estas Nike
Downshift o Downshifting, andaba mirando Karhus, Paredes y J´Hayber.
También unas marca Decathlon que son muy chulas a unos 40 pavos o
así también. Me parece de mal gusto gastarse mucha pasta en unas
bambas en estos tiempos. Además, con unas Paredes con cámara de
aire que abarca toda la suela te quedas más con la peña que con
unas Nike caras. Pero claro, si Nike me hace este movimiento
replanteo mi estrategia.
Tengo que decir que en mi pueblo a las
J´Hayber se las llamaba “Jota Jaiber”, lo cual hace que peten
más el molonómetro que si yo no hubiera estado los veranos en mi
santo pueblo, caray.
Aclarado ese apunte, continuemos.
Las Downshift o Downshifting son feas,
o feístas, que no es lo mismo. Ser feo no es lo mismo que feísta.
Cuando uno es feo lo hace sin querer. Cuando uno es feísta lo hace
porque cree que esa estética tiene algo más interesante que decir
en un momento concreto del tiempo que algo “guapista”. Lo feísta
tiene sentido cuando todo es demasiado guapista. Cuando lo guapo, por
superficial, se ha vuelto feo, ofensivo. Cuando la tiranía de la
perfección de las formas nos ha cubierto por completo es hora de
sacar la espada feísta y desfacer la farsa guapista a base de
mandobles certeros en la guapa cara guapista.
Miren al Hombre Elefante: ¡qué feo
pero a la vez qué guapo por dentro! Miren a Bestia, de La Bella y la
Bestia: ¿era una bestia o un príncipe dentro de un embrujo? Hoy en
día no sólo todo el mundo es guapo, sino que todo es guapo. Estamos
rodeados de productos de Apple, tan guapos que irritan. ¡Qué líneas
tan puras! Pero, a la vez, ¡qué farsa más espantosa!
Desde que murió Steve Jobs Apple
carece de sentido. Apple no aporta nada nuevo, sólo ofrece lo que
inventó Steve con un sombrero nuevo, como Stacy Malibú. ¿No es
ofensivo que algo, por muy guapo que sea, te quiera colar el gol
entre las piernas? Si quieres colarme el gol entre las piernas al
menos ten la decencia de aparentar lo que eres, un mangante de guante
blanco. Si me vas aquí de chico fino de ciudad cuando en realidad
eres el más bajo ratero de pueblo, ya que vendes cosas que van de
guays cuando no lo son, eres la peor calaña del mundo.
Ante el monolito de las formas puras
pervertidas para hacer caja no queda más remedio que sacar el obús
feísta. A un feo se la suda todo, ya que ya es feo. No tiene nada
que perder. Puedes romperle la cara, arañársela si quieres, pero no
creo que lo vayas a hacer más feo de lo que ya es. Sin embargo, él
te puede hacer a ti un estropicio fino, ya que a ti con un rayón en
tu carita de porcelana quedas jodido. Ya no eres perfecto, que es
aquello por lo que tanto te has esforzado en ser.
Deberías, si me permites, estar menos
pendiente de ser guapo por fuera mientras por dentro los gusanos te
están jodiendo vivo. Me temo que, tarde o temprano, los gusanos que
te comen por dentro acabarán llegando a tu cáscara de porcelana, y
ahí ya estará todo perdido, porque te habrás quedado no sólo sin
interior, sino encima sin cáscara bonita. Recuerda, mi cegado amigo,
que el exterior suele ser una manifestación formal del interior. Si
quieres tener un exterior bonito sé buena persona, no engañes a la
gente con Stacys Malibú con sombrero nuevo. Eso te va pudriendo por
dentro, tío.
Ahora bien, si tu rollo es darle el
palo a la peña y a la vez maquillarte cual retrato de Dorian Gray
temo que tu farsa, amén de ofensiva, no tardará en descubrirse.
Hoy la Verdad se manifiesta de forma
feísta, ya que la mentira se manifiesta de forma guapista. Y la
Verdad siempre te va a destruir, te pongas como te pongas. Te la va a
liar. Don´t fuck with la Verdad.
Así que píllate unas Nike Downshift,
o Downshifting, porque por aquí va el rollo.