Estas ceras son las mejores de todas.
Eso ya lo sabemos todos, ¿no? Vale.
Tienen un olor super particular, no hay
otra cera que huela igual. Las acabo de sacar del cajón y huele ya
todo esto a clase de pretecnología.
“Pretecnología”. ¿Qué carajo
significa eso? ¿Lo que hay antes de la tecnología? No sé, qué
despectivo. Podrían llamarle Tecnología nada más, que eso abarca
sus fases desarrolladas y sus fases primeras. Son ganas de humillar a
los niños.
¡En pretecnología habrás sacado un
10, pero ya nos veremos en Tecnología, ya! ¡Ya caerás!
No sé, es ponerle un nombre gilipollas
a una clase que es y será siempre la clase de Dibujo.
La clase de Dibujo abarca todo sin
necesidad que la palabra lo haga. La palabra es lo de menos, podrían
haberse esforzado un poco menos en la palabra y más en el contenido
de las clases, porque lo del circuito eléctrico con la pila de
petaca, no sé, igual estaba como trillado.
Ojo, que a mi esos circuitos me
flipaban. Lo que no me flipaba era la sierra de pelo, porque siempre
se me partía por el calor de la fricción.
¿Pero qué rayos es esto? ¿Tengo que
serrar despacito? Ay, sí, que si no se rompe el puto pelo. ¡Dame un
puto serrucho!
Pero no, porque con el serrucho los
niños se podrían matar unos a otros y es algo que estoy seguro de
que harían.
Así que nada, todos a manejar esa
ridícula sierra, que ya me dirás tú qué vas a cortar con eso.
Igual ganas en precisión, pero para eso quiero el papel de lija.
Primero corto fuerte, rápido y sin frustración y luego lijo los
cachos que no hayan quedado finos.
En el colegio uno aprendía cuando no
hacía caso a lo que decía el profesor, cuando se inventaba la
movida a su manera. De la sierra de pelo no recuerdo ni quiero
recordar nada porque era algo que a mi no me gustaba y me lo querían
meter a martillazos. Pero de los circuitos eléctricos con pila de
petaca me acuerdo de todo porque eso me gustaba mucho.
¿Por qué no me puedes dejar a mi
haciendo circuitos, que es lo que más me gusta? ¿Crees que si
necesito una sierra en la vida no voy a tener recursos para aprender
cómo se maneja sin recurrir a ti, triste funcionario? Naturalmente
que los tendré. Así que lo mejor que podías hacer es dejarme pasar
mi tiempo en algo productivo, y son estos circuitos fascinantes.
Yo no sé cómo haría la escuela
perfecta, porque sería un curro que te quedas loco. Supongo que de
montarla lo haría por combustión espontánea, como Jesús se juntó
con sus apóstoles. Tú, ven pacá. Tú te vas a llamar Pedro. Porque
yo lo digo. Da gracias que no te llame Fofó.
A ver, tú, Simón, o Fofó, como
pollas te llames. ¿A la gente hay que darle peces o enseñarle a
pescar?
Hostia, Fofó, qué tonto eres. Era la
otra.
Suspendido, Fofó.
Y, no sé, supongo que haría con mis
alumnos lo que hago con toda la puta gente que me rodea. Dejarles que
hagan lo que les dé la puta gana pero yo estar siempre echando un
ojo, para que no se tuerzan. Y cuando sea así, tas, reglazo en los
dedos.
¿Ya no se puede? Joder.
Bueno, pues le llamaría Fofó. ¿Motes
denigrantes todavía vale, no? Guay.
Pues motes denigrantes. A ver, Fofó,
eres un manos de espátula, ¿no ves que esa movida que has hecho no
mola nada? Le falta profundidad, le falta perspectiva, me estás
poniendo de los nervios, Fofó.
Y así todo el puto día. Vacilando a
la basca y pasando la vida.
Lo que hago hoy, vaya.