Las gomas de borrar tenían que ser un
bien suministrado por el Estado, no sé. Comprarme gomas de borrar es
como comprarme hojas secas de árbol. Yo estas me las compré porque
me sobraba dinero de una devolución. O por mero aburrimiento.
Al menos pillé las Milan nata que son
las mejores de todas, como todo el mundo sabe. Yo de material de
oficina sé lo mío. Sé que estos Pilots son mejores que estos y que
si no tienes que hacer nada exquisito es mejor comprar la marca
blanca que Edding, porque la marca blanca está muy bien.
Asimismo un A4 de 80g. está muy bien,
pero si te lo puedes pillar de 120g. mejor.
El papel reciclado es útil para cosas
de baja alcurnia, pero no se puede ir por la vida sin folios con
blanqueador en casa.
Los lápices si no dibujas tampoco
creas que valen para mucho.
Y bolis casi tiras con los que te
regalan por ahí.
Total, que pocas cosas te tienes que
pillar en la papelería. La papelería está para ir a comprar cosas
chupis, no para cosas que realmente hagan falta. Estas cosas te las
da mágicamente la vida, todo el mundo tiene bolis en casa aunque no
recuerde haber comprado bolis.
Yo compro rotuladores porque trabajo
con ellos, que si no no pisaría una papelería en mi vida.
Es que en realidad hay muy poco que
comprar. Yo el grueso de mi raquítico fondo me lo dejo en material y
coleccionismo. Mi coleccionismo es exquisito y requiere, en épocas
de pesadumbre generalizada, que las piezas adquiridas sean de bajo
valor. De no ser así estaría incurriendo en un desprecio que un
tipo como yo no se atreve a mostrar.
Vamos, no lo muestro porque no lo
siento. Con mi estilo de coleccionismo muestro solidaridad.
Claro, antes de 2008 tenía figuras de
Akira, a Bender en metal, estatuillas de Goku y Los Caballeros del
Zodiaco, eso que tienes tú ahora, que me has copiado. Pero todo eso
acabó, amigo mío, y lo que haces no te das cuenta de que está
desprovisto de fondo.
El arte y, por lo tanto, el molonismo,
ha de estar provisto de fondo o deja de serlo. No puedes copiar mis
figuras de Akira, no sé cuántos años después, porque ahora han
dejado de tener sentido. Las mías se compraron en un mundo pop donde
todo era precioso y todo estaba perfectamente sostenido. Por tanto
uno podía permitirse gastar 30 euros en un muñeco, cosa que hoy es
una gravísima ofensa para la gente que está pasando hambre.
Tú, sin embargo, te las estás
comprando en un mundo destrozado. Ahora no muestras una sensibilidad
pop, lo que muestras es una insensibilidad hacia los demás, hacia
los más necesitados que tú. No puedes pagar 60 pavos por ese Vegeta
por lo bien retratado que quede el Final Flash. No puedes.
Tienes que entender la falta de
compromiso que te subyuga para poder sobreponerte a ella.
Ahora son tiempos de comer patatas. No
pasa nada, hay épocas para todo. Yo me lo paso bien en todas las
épocas, cuando toca comer pasteles porque hay pasteles, cuando toca
patatas porque hay patatas. A mi me gusta todo, a todo le veo la
gracia. Coño, podrías ser un poco menos caprichón y verle la
gracia a las patatas, que las ha arrancado tu tío para ti, con sus
propias manos.
Si no sabes ver la belleza en algo tan
sencillo como una patata ¿cómo vas a verla en algo más sofisticado
como es una figura de resina? ¿No ves que tu cuento se tambalea como
el torcuato que eres, muy a mi pesar?
Cuando aprendas a ver la belleza en una
simple patata tendrás mi permiso para pasar a ver la belleza en
otras cosas más complejas. Pero por el momento te quiero ver mirando
la puta patata como si fuera tu novia. Quiero que la beses, a la
patata.
Así. Muy bien. Lámela el coño.
Mmmmmm. ¡Tío, lo estás haciendo guay!