martes, 13 de septiembre de 2016

Nike Lunarhaze


Vaya bambas. Duran más que un día de lluvia.


Hay que reconocer que las putas Nike son las mejores. Que sí, que son las típicas, la Coca-Cola de las bambas, pero son las mejores. Las más cómodas y las que más duran. No hay más que hablar.

Y encima molan, pero es que molan mucho. No son como Geox, El Zapato Que Respira, que será todo lo saludable que quieras pero es feo como pegarle a un padre.


A mi ahora me dio una época por querer comprarme unos Geox El Zapato Que Respira. Yo a veces tengo gusto por el feísmo, por hacer un quíntuple mortal en tu puta cara y peinarme en tu faz cuando lo termine. Es el espíritu cirquense.

Querer pillarse unos Geox es estar muy pasado de vueltas. Es a lo que recurre la molonidad cuando no ve nada de su interés. Pues dado que todo es una mierda voy a vestirme de mierda, que, oye, la mierda será mierda pero bien gustoso que es cubrirse de ella. ¡Mmmmmmmm!


Los Geox son como aflojarse la corbata en el colegio católico. Es hacerle un corte de mangas al stablishment y quedarte tan de puta madre que ni te lo crees, de lo bien que estás. No sé, es como... Me río en vuestra puta cara, no sé. Sin mala leche, pero es que me río.

Vamos, no de vosotros, me río. Me río de la movida, de que llevo unos Geox, que como soy un tío de gusto y tal llevaré unas Nike pero, mira, me ha dado por llevar Geox. ¡Jajajajajajaja! ¿Pero por qué no te ríes? No te entiendo.


Cuando miré Geox vi si había algún modelo que fuese algo bonito, para no dejarme tanta pasta en un corte de mangas al sistema. Nada. Eran todos horrendos, puros, nada del buen gusto que circunda a Geox se le había pegado. Geox es una empresa monolítica, empeñada en que sus zapatos son preciosos cuando son como de subnormalito.

Además... ¿Realmente esos burdos agujeros en la suela son su “valor diferencial”? ¡Me cago en la puta! Imagino que habrá encargado el diseño a la NASA, ¿no? ¡Vaya despliegue! O sea, que si quiero así unos zapatos que transpiren y tal no se me ocurre otra cosa que agujerearles las suelas.


¡Ole, salao! ¡Marca España! ¿Pero cómo nos van a respetar?

En fin, Geox me repugna y me atrae a la vez, como la mierda. Supongo que Geox es la quintaesencia de lo que he venido a hacer, de algún modo, a este mundo. A transmutar su mierda, si es que me da el motor. A meter mierda por un lado y sacar por el otro margaritas. ¿De qué otro modo, si no, se me habría a mi pasado por la cabeza comprarme unas Geox?


Mi amor a la mierda es demasiado profundo. Es lo que me mantiene vivo. Realmente soy como un coche eólico, me muevo con lo que nadie quiere. O sea, que es lo más barato y lo más abundante. ¡Y tú ahorrando para un Smart!

Geox dan ganas de comérselos, de lo que apestan. Deben saber como a mierda de esa negra que cagas cuando has bebido o has digerido muy bien algunas verduras concretas, una de dos. Esa mierda que es como el equivalente en mierda del chocolate negro.


Ese chocolate es más pesadito, ¿verdad? Pues ese es un poco el tono de las Geox.

Naturalmente, placer adulto.