Vaya bambas. Duran más que un día de
lluvia.
Hay que reconocer que las putas Nike
son las mejores. Que sí, que son las típicas, la Coca-Cola de las
bambas, pero son las mejores. Las más cómodas y las que más duran.
No hay más que hablar.
Y encima molan, pero es que molan
mucho. No son como Geox, El Zapato Que Respira, que será todo lo
saludable que quieras pero es feo como pegarle a un padre.
A mi ahora me dio una época por querer
comprarme unos Geox El Zapato Que Respira. Yo a veces tengo gusto por
el feísmo, por hacer un quíntuple mortal en tu puta cara y peinarme
en tu faz cuando lo termine. Es el espíritu cirquense.
Querer pillarse unos Geox es estar muy
pasado de vueltas. Es a lo que recurre la molonidad cuando no ve nada
de su interés. Pues dado que todo es una mierda voy a vestirme de
mierda, que, oye, la mierda será mierda pero bien gustoso que es
cubrirse de ella. ¡Mmmmmmmm!
Los Geox son como aflojarse la corbata
en el colegio católico. Es hacerle un corte de mangas al
stablishment y quedarte tan de puta madre que ni te lo crees, de lo
bien que estás. No sé, es como... Me río en vuestra puta cara, no
sé. Sin mala leche, pero es que me río.
Vamos, no de vosotros, me río. Me río
de la movida, de que llevo unos Geox, que como soy un tío de gusto y
tal llevaré unas Nike pero, mira, me ha dado por llevar Geox.
¡Jajajajajajaja! ¿Pero por qué no te ríes? No te entiendo.
Cuando miré Geox vi si había algún
modelo que fuese algo bonito, para no dejarme tanta pasta en un corte
de mangas al sistema. Nada. Eran todos horrendos, puros, nada del
buen gusto que circunda a Geox se le había pegado. Geox es una
empresa monolítica, empeñada en que sus zapatos son preciosos
cuando son como de subnormalito.
Además... ¿Realmente esos burdos
agujeros en la suela son su “valor diferencial”? ¡Me cago en la
puta! Imagino que habrá encargado el diseño a la NASA, ¿no? ¡Vaya
despliegue! O sea, que si quiero así unos zapatos que transpiren y
tal no se me ocurre otra cosa que agujerearles las suelas.
¡Ole, salao! ¡Marca España! ¿Pero
cómo nos van a respetar?
En fin, Geox me repugna y me atrae a la
vez, como la mierda. Supongo que Geox es la quintaesencia de lo que
he venido a hacer, de algún modo, a este mundo. A transmutar su
mierda, si es que me da el motor. A meter mierda por un lado y sacar
por el otro margaritas. ¿De qué otro modo, si no, se me habría a
mi pasado por la cabeza comprarme unas Geox?
Mi amor a la mierda es demasiado
profundo. Es lo que me mantiene vivo. Realmente soy como un coche
eólico, me muevo con lo que nadie quiere. O sea, que es lo más
barato y lo más abundante. ¡Y tú ahorrando para un Smart!
Geox dan ganas de comérselos, de lo
que apestan. Deben saber como a mierda de esa negra que cagas cuando
has bebido o has digerido muy bien algunas verduras concretas, una de
dos. Esa mierda que es como el equivalente en mierda del chocolate
negro.
Ese chocolate es más pesadito,
¿verdad? Pues ese es un poco el tono de las Geox.
Naturalmente, placer adulto.