viernes, 2 de septiembre de 2016

Monster Energy Absolutely Zero


Esto de Absolutely Zero me da a Cero Absoluto, a donde la congelación baja por debajo de no sé cuántos grados y no sé qué pasa ahí. Algo como muy increíble, pero de tan increíble que es no me acuerdo.


Que a lo mejor la vida no se puede desarrollar. Me da que por ahí iba el rollo. A mi esto me recuerda a Mr. Frezee, ese malo de Batman interpretado por Selsenáguer de forma tan... No sé, era así como bastante malo. Podría aquí ahora ponerme a defender Batman Forever y Batman y Robin pero, chico, no me apetece. Ya no tengo 26 años.

Las pelis buenas de Batman son las dos primeras, eso lo sabe todo el mundo. Y si me apuras la primera nada más, porque la segunda es como demasiado oscura y densa. Ahí el amigo Burton imagino que se dejaría llevar por sí mismo e hizo algo más pasado de vueltas, porque, oye, me han llamado otra vez, así que ahora me voy a soltar un poco más. Yo he hecho lo mismo y con el mismo resultado que Burton, que para la siguiente vez ya llamaron a otro.


Chico, la movida es así. Cuando un creativo trabaja para la industria uno no se ve como una pieza más de un engranaje, lo que ve son estúpidos mecenas para patrocinar mi arte. ¿A mi qué me importan tus putas cifras de resultados? Yo lo que quiero hacer es lo que a mi me dé la gana, y que tú te calles y sigas poniendo pasta sin abrir la boca, que para algo aquí el genio soy yo y tú un tío tan cutre que sólo piensa en el dinero.

Naturalmente esto no se lo puedes decir a ellos, tienes que decirles todo lo contrario. Lo mismo que ellos me dicen a mi que están interesados en mi visión de las cosas cuando lo que les interesa es que mi visión conecte con el público porque eso les va a dar más dinero, el día que eso deje de ser así llamarán a otro y a mi que me den por culo.


Como este es un combate desigual, ya que la banca, te pongas como te pongas, siempre gana, pues tienes que poner tus barbas a remojar desde bastante joven porque si no pueden pasar dos cosas: una, que te veas con 50 años con una mano delante y otra detrás porque ya no estás como para montarte tú solo la movida, ya que dependes demasiado de la maquinaria de la banca, o dos, que te hayan conseguido domesticar y tú ya no tengas ni visión, ni visiona ni niño muerto. Te habrás convertido en un oficinista más oculto detrás del parapeto de que tú tienes algo que ver con el arte.

Ambos escenarios para mi son devastadores, por eso no he elegido ninguno de ellos. Que me salga bien o no sólo lo dirá el tiempo.


No, está la cosa montada bien jodida, está claro. Parece que todo te empuja a que te dejes hundir sí o sí. Digo yo que sería más fácil, ya que lo que cuento es evidente, montar la movida de tal modo que no sea siempre “a nuestra manera o carretera”. Porque si me dices que, oye, su manera es de puta madre, pues guay, pero es que es una manera que te acaba convirtiendo en una mierda andante. Ellos también son una mierda, pero como a ellos no se les pasa siquiera por la cabeza si son una mierda o no sólo piensan en el dinero, con lo cual son mierdas desquiciadas, tanto que ni lo saben. Pero oye, entre ser una mierda consciente de tu mierdez y una mierda inconsciente, pues no sé, casi que lo de la inconsciencia igual no está ni tan mal.

Vale que sí, que eres el raíz de todos los males del planeta y que tu locura lo está destruyendo todo día a día, vale. Que luego tendrás que rendir cuentas con Dios y que en el Más Allá te va a poner a cavar zanjas, por inútil. Que sí. Pero, oye, mientras están aquí se ríen de ti. Y eso, coño, pues jode. Que ya, que en el Más Allá el que se va a reír eres tú, no lo dudo, fijo. Pero coño, el rato que estás en el más acá pues lo pasas así más jodido.


Yo, chico, como ya tengo el corazón a prueba de vitriolo, pues ya me da lo mismo una risa más que una risa menos. Tengo tal costra ahí que que un capullín se ría o no de mi me va a dar igual. Yo ya sigo andando pase lo que pase. Y que sí, que en el fondo soy yo el que me estoy riendo de ellos, ya lo sé, pero, hombre, pues no deja de ser una jornada pesada.

Y esto te cuento, así, con un poco de pesadumbre. Pero vamos, que para eso me he comprado el Monster, para que me dé cosquillitas y se me pase un poco la bajona. Pa qué si no.