domingo, 11 de junio de 2017

El Hobbit – La Desolación de Smaug

Smaug está desolado. ¿Quién lo desdesolará? Alguien de mucha habilidad, porque ese dragón es de lo más especialito.


Smaug es como Frasier hecho reptil monstruoso. Un dragón que antes de devorarte te pregunta, si no es indiscreción, qué es lo que te ha traído a su lado.

Soy muy amante de las buenas maneras y el sadismo. Así que siento una conexión tácita con Smaug.


Si yo tengo que devorarte no me gusta hacerlo como un león. Más bien me gusta hacerlo como una tarántula. Primero te hago sentir que no hay peligro, que las telarañas que te rodean son porque el desván es viejo y está muy sucio. Luego correteo a tu espalda, para que tu corazón empiece a agitarse pensando en lo que puede esconder la oscuridad. Y cuando estás con la guardia baja debido a la locura salto sobre ti y te rompo el cuello antes de guardarte en un capullo de tela para comerte más tarde.

A mi me gusta cazar así. Por una cuestión de estilo, porque por ser prácticos es mejor saltar sobre ti a lo loco y comerte y ya está. Pero, no sé, eso es como muy FP. Mi estilo tiene estudios superiores.


Al no estar amenazado por la mortalidad como los elfos tengo mucho tiempo que paladear. Puedo permitirme ser paciente porque ver la cara de tonto que se te queda cuando caes en mi trampa hace que todo merezca la pena. Puedes pensar que estás a salvo, y puede que te hayas olvidado de mi y te hayas ido a tomarte unas cañitas por La Latina. Pero no podrías estar más equivocado. Sólo estoy esperando el momento adecuado para darte muerte.

Si no me ves rondando cerca es porque, como Batman, me oculto muy bien entre las sombras. Además me gusta matarte de un solo disparo, como Hitman, así que tengo que esperar a que te coloques en el punto adecuado. Y como soy como un jedi tipo Yoda, que respeta más la sumisión a la Fuerza que su control, tengo que dejar que te coloques en ese punto por tu propio pie. Acabar contigo ha de ser decisión de la Fuerza.


Ya ves que no me permito chapuzas. Sólo una conjunción astral de categoría alta me permite terminarte, como Terminator. Esto, lejos de tranquilizarte, crea un pánico tenue pero constante que te vuelve un zombie como los de Left 4 Dead. El caldo de cultivo perfecto para que no opongas resistencia cuando llegue la hora feliz.

Mientras tanto dejarás de ser una amenaza para los demás porque estás demasiado paralizado. Mi existencia introduce en tu sistema operativo un troyano que ralentiza el funcionamiento de tu CPU. Así que mi estilo de caza, además, tiene beneficios sociales. Os presento a la máquina de matar que equivale al coche eléctrico.