domingo, 18 de junio de 2017

Nike

¿A quién no le gusta Nike? Nike hace las mejores zapatillas con diferencia. Las Nike no son sólo las más guapas sino también las mejores. Adidas y Puma lo intentan pero no tienen la perfección magnífica de Nike.


Nike es una marca tipo Apple, está ella y luego todas las demás. Con Google pasa lo mismo. Con Amazon, aunque me caigan un poco peor, tengo que reconocer que también pasa. Pues poco se habla de Nike últimamente para ser tan buena. Claro, estáis hipnotizados con los microchips y con no sé qué más majaderías y estáis dejando de lado lo verdaderamente importante, que es molar.

Nike mola a tope. Parece que los que se inventaron lo que es molar fueron ellos. No sé cómo se las apañan. Sus diseños están un paso más allá de lo que esperas y hasta sorprenden con una línea low cost para estos tiempos oscuros. Nike lo hace siempre todo bien.


Como yo también soy la polla miro a Nike, en el mejor de los casos para él, como un rival. Siendo completamente sincero lo veo como a un inferior al que respeto. Pero esto no cambia lo que he dicho de él. Nike mola mucho.

Yo entiendo, Nike, que estar a mi lado como que acompleja. Te sientes una caquilla aunque cuando no estoy cerca eres la polla. Si ya lo sé. Es mi presencia la que arruina la fiesta. ¡Me hago cargo! Pero entiende que se me están acabando las pelis que ver en Movistar+ y necesito divertirme. Así que como no tengo nada mejor que hacer me acerco a ti para dejarte en ridículo con mi mera presencia.


La genética me ha sido favorable, Nike, lo reconozco. Esconderlo más sería soberbia. Pero es que en mi genética también entra dejarte en ridículo. ¡Me río! Me hacen gracia pocas cosas, los chistes intelectuales me aburren. Por eso me junto con neoliberales, porque entienden la raíz del humor: dejar en evidencia al que está delante tuya sólo porque puedes hacerlo.

Con los neoliberales todo es más fácil. No tienen respeto por nada y tu sufrimiento es su alegría. ¡Yo conecto con eso! Lo que pasa es que en mi audaz arrogancia yo ni me muevo. Soy el más chungo de los neoliberales: arraso aldeas sin sacarme las manos de los bolsillos.


Por eso los neoliberales me respetan, porque se dan cuenta de que este hijo de puta tiene a todo el mundo pillado. Soy como ese jefe de la banda que es el más pequeño de todos pero que tiene una mala hostia que te cagas. Bien, pues ese soy yo, Nike.

Así que entiende, Nike, que por genética te tengo que arrasar. No es nada personal. Es que... ¡Es que así lo quiso Dios, tío!