Andaba yo el otro día, ya ves,
cotilleando un ranking de las marcas más valoradas de España y me
encontré en un meritorio segundo puesto a Elpozo. ¡Coño! ¡Elpozo!
Hacía yo tiempo que no oía nada de Elpozo. ¿Cómo puede ser que
sea la segunda marca más valorada de España y yo no me acuerde de
ella?
No me acuerdo de ningún anuncio de
Elpozo, ni de los 80. Productos de Elpozo hace tiempo que no los
cato, a no ser que tenga un montón de marcas subsidiarias que sí
que las cate. Lo único que como así como de los 80 es el chorizo
Revilla que compro en el Sprint cuando me entra hambre de madrugada.
Para ser la segunda marca más valorada
me parece un poco coñazo. Valoro mucho más BQ, los móviles de
tecnología española y que hace poco tenían el único smartphone
basado en Ubuntu. Eso revela cierta aspiración puntera, de destacar.
Pero ¿Elpozo? Aspiración de seguir en el fondo del pozo, que no ves
la luz pero nadie te quita lo tuyo.
Si yo fuera entrenador de fútbol sería
como Mourinho pero mejor. Sería Mourinho pero una versión mejorada.
Mourinho, como yo, sabe que cuando la cosa está jodida hay que
echarse atrás. De nada sirve sacar pecho si el que está delante
tuya es más fuerte que tú. Pero, hombre, tampoco es plan de jugar
atrás toda la vida. Para eso te quedas en casa, que más atrás no
se puede estar. Cuando ves hueco hay que ir por el partido.
Como Mourinho, yo no tengo un sistema
definido. Mi sistema está marcado además de por mi estilo personal
por las circunstancias. No se puede decir que tienes un estilo
ofensivo entrenando al Salamanca. Coño, si estrenas al Salamanca ya
puedes ir a por un puntillo por partido y poco más. No seas ingenuo.
Si me están metiendo 4-0 voy a por las
piernas de los delanteros. Me habréis metido 4 pero por lo menos os
voy a romper las piernas. Si voy 0-0 pienso que igual es mejor
conservar el puntillo que arriesgarme a perderlo todo. Pero si juego
contra el Sabadell y el cuerpo me pide salsa voy a empezar a hacer
chilenas.
Como ves, amigo amante de la estrategia
empresarial, tu trabajo es más fácil que vender pipas. Yo he
aprendido estrategia empresarial jugando al Pro Evolution Soccer. Así
que explícame a qué coño vas a tanto master porque, de verdad, no
lo entiendo.
Ya, bueno, para hacer contactos y tal.
Guay. Pero ¿para qué quieres contactos si eres tonto? Si tienes
4.000 contactos siendo tonto tienes a 4.000 personas que saben que
eres tonto. ¿No sería mejor tener menos contactos y antes de tener
más trabajar en el asuntillo ese de que eres tonto?
Igual te llama alguno de los 4.000,
pero cuando tengas que demostrar lo que vales la cagarás, porque en
realidad no vales nada. Sólo estás haciendo el paripé. ¡Tanto
networking, tanto networking!