martes, 6 de junio de 2017

Star Wars II El ataque de los clones

Lo que me faltaba: hacerme fan de Star Wars a estas alturas. Ha sido gracias a Rogue One. Ya ves, gracias a una peli que ni siquiera forma parte de la línea temporal principal.


No sé de qué me extraño: yo me hago fan de las cosas cuando todo el mundo se ha ido. Cuando ya todo el mundo se ha ido a casa llego yo y me dispongo a disfrutar de las cosas sin tener que escuchar un ruido agobiante. El run-run de la gente es algo agotador. Lo mejor es esperar a que se vaya todo el mundo y ahí ya puedes estar a tus anchas.

Puede que te parezca injusto tener que esperar a que se largue la plebe para poder hacer algo. ¡Bueno! Más que injusticia es biología. Los seres discretos no tienen la culpa de serlo. Sólo hacen lo que pueden hacer. No es una cuestión de justicia, es una cuestión de gestión de residuos.


La gestión de residuos será, a todos los niveles, el tema más importante que habrá de afrontar la humanidad en los próximos tiempos. No podemos permitirnos que nuestro bello mundo sea manchado de basura, sea esta física o humana. No podemos dejar que el campo se llene de latas y no podemos dejar que la sociedad se llene de gentucilla.

Como tamaño asunto será llevado a cabo por puro instinto no estoy preocupado; podría pasarme el día dándote razones intelectuales para que apartes de la sociedad a gente que no hace ningún bien a nadie, pero sería tirar la energía. Eso ya lo sabes tú por instinto. Sin que yo te diga nada tú irás arrinconando a los caquillas y te irás juntando con los buenos. Así que ¿para qué gastar saliva? Gastar a lo tonto no es sostenible.


Hombre, que yo te diga esto más que nada es más un apoyo que otra cosa. Me lees y dices “¡Este tío piensa lo mismo que yo!”. Y con eso ya te sientes bien lo que queda del día. Más que una labor educativa hago una labor de apoyo emocional.

Ey, no es moco de pavo. Hay gente que te cobra 70€ por 50 minutos de mierda que no le llega a lo que yo hago ni a la suela del zapato. Lo que pasa es que yo soy muy generoso y, francamente, me da vergüenza cobrarte por darte ánimos.


¿Con qué cara te digo que no pasa nada, que todo va a salir bien y luego te sablo 70 pavos? ¡Menudo hijo de puta que estaría hecho! De vender humo prefiero vender humo de verdad, que por lo menos tiene gracia. ¡Toma! Un frasco de humo de tubo de escape. ¿No te hace gracia? ¿No entiendes el mensaje?

Lo que pasa es que hoy la gente no está para bromas. Está para no suicidarse, porque es de lo que está a punto todo el mundo. ¡Ah! Te jodes. ¿Qué quieres que te diga? Búscate la vida, pringado.