lunes, 12 de junio de 2017

Hewlett-Packard

A mi la marca que me gustaba era Packard Bell. Me parecían ordenadores como más sólidos, con más peso. Sin embargo la que ha perdurado en el tiempo es HP. ¡Qué cosas!


Mi nueva impresora es HP. Es una línea de segmento bajo que tiene colorines en el diseño y que ofrece servicios de impresión y escaneado básicos. Yo no necesito más. Además me transmite mucho mejores sensaciones que mi anterior Canon. Pero es que yo siempre había querido tener una Canon aunque la gente me decía que eran malas. Pues sí, esta vez estoy de acuerdo con la gente, ese ente amorfo y de, en principio, baja categoría.

HP tiene un eslogan que dice que inventa. HP invent. ¡Bueno, yo no diría eso, pero si ellos lo dicen sus razones tendrán! Yo diría que inventa Google, pero ¿HP? Pues igual sí pero la percepción es que no. Quizás ese sea el porqué del eslogan, cambiar una percepción errónea.


La gente de más nivel sabe que ahora la nata está en Microsoft. Microsoft tiene una imagen chacha no, lo siguiente, por eso de que Bill Gates le robó a Steve Jobs el sistema operativo. Pero como ahora Bill Gates parece que trabaja para los buenos no sólo con palabras sino también con hechos se lo tendremos que pasar. ¡Ándate con ojo, Bill! Buen rollo todo, pero sabemos lo que hiciste el último verano.

Microsoft está creando una expectativa muy alucinante con su Surface, por no hablar de la enorme categoría de Xbox, que acaba de presentar su nueva Xbox One X, por cierto. Microsoft ahora es la crema exquisita, la marca puntera para los que sabemos de marcas. Los que no sabéis creéis que Microsoft sigue siendo chunga, pero claro, es que no tenéis ni puta idea. ¿Qué se os puede pedir?


Pero no todo tiene que ser punterismo y molonidad radical en la vida del cerebrito; en mi vida también hay sitio para una sencilla impresora HP que te alegra el día con sus colores amables y su discurso plano. Para discursos densos ya estoy yo. Por eso trato de rodearme de mujeres guapas pero tontas. Para equilibrar.

Quizás pienses que yo soy demasiado guapo como para alcanzar así el equilibrio, pero es que las mujeres de las que me rodeo, la verdad, tampoco son tan guapas. Lo digo por echarles un piropo y tal, pero vamos, que no son gogós precisamente.


Tampoco son tan tontas. Al menos son más listas que una gogó. Y digo esto sin haber tratado con demasiadas gogós. Quizás debería tratar con más gogós. Puede que me sorprendan. Así podría tirar a la basura a estos putos fetos malayos que me rodean que van de listas.

Pero como todo esto que cuento requeriría demasiado esfuerzo y yo ya estoy mayor me voy a conformar con lo que hay. Sólo por no levantarme del sofá trago con los fetos.