A mi la marca que me gustaba era
Packard Bell. Me parecían ordenadores como más sólidos, con más
peso. Sin embargo la que ha perdurado en el tiempo es HP. ¡Qué
cosas!
Mi nueva impresora es HP. Es una línea
de segmento bajo que tiene colorines en el diseño y que ofrece
servicios de impresión y escaneado básicos. Yo no necesito más.
Además me transmite mucho mejores sensaciones que mi anterior Canon.
Pero es que yo siempre había querido tener una Canon aunque la gente
me decía que eran malas. Pues sí, esta vez estoy de acuerdo con la
gente, ese ente amorfo y de, en principio, baja categoría.
HP tiene un eslogan que dice que
inventa. HP invent. ¡Bueno, yo no diría eso, pero si ellos lo dicen
sus razones tendrán! Yo diría que inventa Google, pero ¿HP? Pues
igual sí pero la percepción es que no. Quizás ese sea el porqué
del eslogan, cambiar una percepción errónea.
La gente de más nivel sabe que ahora
la nata está en Microsoft. Microsoft tiene una imagen chacha no, lo
siguiente, por eso de que Bill Gates le robó a Steve Jobs el sistema
operativo. Pero como ahora Bill Gates parece que trabaja para los
buenos no sólo con palabras sino también con hechos se lo tendremos
que pasar. ¡Ándate con ojo, Bill! Buen rollo todo, pero sabemos lo
que hiciste el último verano.
Microsoft está creando una expectativa
muy alucinante con su Surface, por no hablar de la enorme categoría
de Xbox, que acaba de presentar su nueva Xbox One X, por cierto.
Microsoft ahora es la crema exquisita, la marca puntera para los que
sabemos de marcas. Los que no sabéis creéis que Microsoft sigue
siendo chunga, pero claro, es que no tenéis ni puta idea. ¿Qué se
os puede pedir?
Pero no todo tiene que ser punterismo y
molonidad radical en la vida del cerebrito; en mi vida también hay
sitio para una sencilla impresora HP que te alegra el día con sus
colores amables y su discurso plano. Para discursos densos ya estoy
yo. Por eso trato de rodearme de mujeres guapas pero tontas. Para
equilibrar.
Quizás pienses que yo soy demasiado
guapo como para alcanzar así el equilibrio, pero es que las mujeres
de las que me rodeo, la verdad, tampoco son tan guapas. Lo digo por
echarles un piropo y tal, pero vamos, que no son gogós precisamente.
Tampoco son tan tontas. Al menos son
más listas que una gogó. Y digo esto sin haber tratado con
demasiadas gogós. Quizás debería tratar con más gogós. Puede que
me sorprendan. Así podría tirar a la basura a estos putos fetos
malayos que me rodean que van de listas.
Pero como todo esto que cuento
requeriría demasiado esfuerzo y yo ya estoy mayor me voy a conformar
con lo que hay. Sólo por no levantarme del sofá trago con los
fetos.