miércoles, 7 de junio de 2017

El Hobbit Un viaje inesperado

Estoy muy emocionado con El Hobbit Un viaje inesperado. Me parece de una clase insólita.


Me parece, no sé, como una camiseta del Pato Donald bordada por Hermès. Una cosa como pop y de super lujo a la vez. Como con sabor a cuero y a materiales nobles pero para niños a la vez.

Menuda mezcla más interesante, ¿no? Ese sabor se está sosteniendo en mi boca últimamente.


¿Crees, querido lector, que he sobrepasado los límites de lo guay y me adentro en el valle del lujo radical? Es muy posible. Al ser yo tan, tan superior a ti desde todos los prismas es muy posible que esto sea cierto. ¿No te parece, insecto?

¿Qué vas a hacer ahora sin mi? ¿Qué vas a hacer sin mi guía, sin mi presencia titánica? ¿Podrás sostenerte solo, pequeño mandril? Dado que te he golpeado como a un saco de patatas con una vara creo que es posible que puedas estar preparado. Pero como eres un puto inútil no estoy seguro del todo, la verdad.


¿Podrás soportar tu pequeñez? Es como si te folla el campeón de todos los hombres y luego te tienes que ir con un hombre normal. Pues se te jode la vida. ¿Es eso lo que sientes? Apuesto a que sí.

Siento el mismo dolor por todas mis ex novias; que sin mi ya es todo cuesta abajo. Que elijan al que elijan siempre va a ser inferior a mi. Y ellas, en la intimidad de la noche, me añorarán y me llorarán en silencio ya que no le pueden contar a nadie el verdadero pesar de su corazón.


Os lo dije, chicas, que si no erais lo suficientemente fuertes era mejor que no probarais el néctar de Juan. Pero como me dais pena os lo ofrecí. ¡Ah! ¡Qué error más grande cometisteis! Ahora vuestra vida será por siempre un infierno desgarrador.

No, no me vengáis ahora de que lo habéis superado. Eso es imposible. ¿Por qué fingís? Me resultáis muy tristes, os tengo que confesar...