domingo, 18 de junio de 2017

Pringles Paprika

Aprovechando que tú estás comiendo mini mazorcas y berenjenas a la plancha yo voy a comerme unas Pringles Paprika, que son como cualquier otro alimento sólo que están más ricas.


A mi que comas mini mazorcas bien. Lo que pasa es que si quieres pescar marido será mejor que sepas cocinar algo más que mini mazorcas. Los tíos podemos ser todo lo refinados del mundo, pero bajo toda esa educación exquisita yace un hombre de las cavernas. El hombre de las cavernas vive para comer y follar y si sabes hacer mini mazorcas y no eso date por eliminada.

Aceptar este hecho no tiene nada de particular. Tienes un perro ¿no? Pues el perro es como nosotros. Puede estar todo lo domesticado del mundo y ser encantador pero es un perro. Puede que sea más salvaje de lo que te gustaría aceptar intelectualmente pero, a cambio, tiene ciertas ventajas añadidas: el perro espanta a los ladrones y violadores, porque aquí el único que te viola es él.


La territorialidad forma parte del juego. Y a la territorialidad no se le alimenta con mini mazorcas. Así que tendrás que introducir ciertos cambios en el menú: en vez de mini mazorcas 7 días por semana pasaremos a prepararlas 3. Luego 2 días de comida a domicilio y otros 2 de acariciarme el vientre con aceites, para que digiera tu cocina. ¡No es fácil, vacaburra!

Ahora que has entendido la realidad del panorama y estás exenta de la bella fábula que inventaste para enfrentarte el mundo, dime ¿cómo te sientes? ¿Devastada? ¿Desnuda? Cuéntame. Me pirro de curiosidad.


No tengo nada en contra de tus cualidades líricas, por supuesto que no. Me parecen discretas pero respetables. Pero entiende que yo también vivo en mi propia fábula. En mi fábula yo soy un rey absoluto ante el que todo bicho viviente se postra. Así que si tú no juegas un poco a mi juego yo no pienso jugar al tuyo. Es así de sencillo, así de infantil, así de inocente.

Si quieres jugar a que eres una princesa tú tendrás que jugar otro rato equivalente a que yo soy un rey. Y así, con un toma y daca justo y bueno, creceremos en armonía. Si no sabes jugar más que con tus propias reglas estás vendida. Tendrás que conformarte con el calzonazos, del que dices para consolarte que “es muy mono”.


Claro, ese es tonto; a ese está chupado mangonearle. Lo que pasa es que cuando lleguen los violadores se escapará corriendo, porque ese va de bueno porque es un mierda. Deberías ir más con chicos. Aprenderías algunas lecciones deslumbrantes.

Así que te quedarás devastada, naturalmente, porque el que creías que era un príncipe ha resultado ser una rana. Y todo por esa obsesión mema con las mini mazorcas. ¿Qué te costaba pedir un par de menús de vez en cuando al Foster´s Hollywood? Ahora no te tendrías que ver así, cosa linda.