martes, 20 de junio de 2017

Peepshow #3

Hablemos de un tebeo perteneciente al género confesional. A mi es el género que más me gusta, pero no es lo mismo leer a Robert Crumb o a Peter Bagge que a Joe Matt. Perdona, Joe. Está guay pero no tiene ese punto extra que lo haría sobresaliente.


Ante esta crítica (de ser crítica) Joe podría ponerse como loco. Igual el insensato se ponía a trabajar como un desposeído para hacerlo tan bien como Robert Crumb o Peter Bagge. Y no. Joe Matt, en el mejor de los casos, lo podrá hacer tan bien o tan mal como Joe Matt. Pero ni más ni menos.

Tendemos a pensar que si nos esforzamos podremos llegar dónde queramos, pero no es cierto. Podremos llegar hasta donde demos. Yo no me esfuerzo nada. Juan llegará donde Juan tenga que llegar, ni más lejos ni más cerca. Hago lo que me sale de natural: trabajo cuando me lo pide el cuerpo y descanso basándome en el mismo principio. La diferencia es que a mi trabajar me resulta fácil.


Puedes hacer trampas e intentar abarcar más de lo que puedes, vicio muy contemporáneo. Pero te va a dar igual: la sostenibilidad implica alejarse de picos y valles. Los tiempos exigen un ritmo mediano, porque los booms y los cracks ya hemos visto dónde llevan. Busca tu ritmo y cíñete a él.

¿Crees que yo no podría poner el coche a 260? ¡Y a 320! ¿Con quién te crees que estás hablando? Pero en tal caso igual me ponen una multa que me ventilan los diez puntos del carné de un plumazo. Sin embargo el que suscribe conserva todos sus puntos.


A veces me aburro y trabajo en exceso, pero es que me aburro. Hay gente para la que el trabajo es una carga, para mi es un show. ¿Entiendes por qué necesitamos la renta básica? Para que el que no trabaje por naturaleza no tenga que hacerlo. Se queda en casa y no molesta. ¡Qué bello Parnaso!

¿Imaginas un mundo trabajando sólo con gente competente? A mi ya me cuesta. He tratado con tanto tuercebotas que lo que debería ser normal parece una entelequia. Y sin embargo aquí estoy, sin cejar en mi empeño de hacer las cosas por lo menos un poquito bien. ¡Si el tuercebotas de turno me deja!


Buscar un ambiente adecuado para el desarrollo es casi el 90% del trabajo. Si consigues eso el resto sale rodado porque no hay escollos. Pero claro, montar una estructura excelente es un trabajo muy pesado. Normal que no lo encares.

Te buscas un amiguete, montáis un chiringo, os peleáis, te encuentras con otro, montáis otro chiringo, te peleas otra vez... ¡Vamos, lo mismo que haces con tus novios! Qué mala generación hemos criado. Si es culpa nuestra.