Si quieres encontrar Blu-Ray baratos
hay una manera: que estén en inglés.
Si como yo has ido a una academia
cuando eras adolescente y ya de mayor has estado viendo youtubes
americanos de videojuegos hasta que te sangraron los ojos no tendrás
problemas con descifrar estas cintas en el anglosajón idioma.
Además, en versión original todo está
mejor. Todo sabe puro y no tienes que aguantar las ocurrencias del
traductor. Por no hablar de Santiago Segura, que dobla más de lo que
me gustaría.
Si te ves apurado puedes poner
subtítulos, pero en eso tenía razón un anuncio de DYC: o veo la
película o leo los subtítulos. Prefiero perder trozos y luego
rearmarlos en mi mente que tener que estar leyendo un texto abajo. Si
tengo que hacer eso me duelen los ojos. No me gusta estar a dos cosas
a la vez, me gusta tener visión de conjunto.
Cuando era pequeño no salí de mi
madre hablando castellano; lo aprendí por estar expuesto a él. Por
el mismo motivo los subtítulos me sobran. “Achiswey” debe
significar cuidado, porque se lo está diciendo a esa chica que tiene
el peligro detrás; “sanderden” debe significar gracias, porque
es lo que ha dicho ese personaje después de recibir un regalo. Así
se aprenden los idiomas.
La mejor manera de aprender algo es a
lo tonto; a lo tonto es como todo el mundo aprende lo que mejor sabe
hacer. Sin darse cuenta un día uno se levanta sabiendo hacer esto o
aquello perfectamente. ¿Cómo lo ha logrado? ¡A lo tonto! En lo que
uno se concentra es en lo que te entretienes mientras la parte de la
mente que trabaja de verdad aprende las lecciones que quiere
aprender.
Por ejemplo, tú puede que te hayas
concentrado mucho en tu carrera y, al final, se te ha ido al cuerno.
¡No te preocupes! Mientras tú te concentrabas en algo que no te
interesaba en absoluto la parte de tu cerebro que no atendías estaba
aprendiendo lo que necesitaba aprender. Así que ahora podrás ser
una floristera estupenda, porque cuando ibas a visitar clientes por
el rabillo del ojo siempre te fijabas en las flores que había en
recepción y en el despacho.
Concentrarse debería estar prohibido.
Concentrarse no sirve para nada. Todo el mundo te dice que enfoques
tus energías en un punto; bien, yo te digo lo contrario. Trata de no
concentrarte en nada. Así aquello que tengas que hacer se revelará
a sí mismo, sin que tú estorbes concentrándote en cosas. ¿Y tú
qué sabes en lo que tienes que concentrarte, pringado? Y si no lo
sabes ¿por qué lo haces?
Tírate a la bartola hasta que aparezca
un fuego fatuo; cuando aparezca síguelo, como Mérida en Brave, y
deja que te conduzca hasta tu destino. Porque, no te engañes, no
tienes ni puta idea de qué haces en este mundo.