Hoy podemos hablar de Ford, si os
parece bien. Aquí da igual de lo que hablemos porque siempre
hablamos de mi.
¿Qué tema es más inacabable? ¿Ford
o yo? Pues yo. Pues por eso hablo de mi, para no quedarme sin
material. Si hiciese un blog que hablase de Ford me quedaría sin
material tarde o temprano. Sin embargo como hablo de mi siempre tengo
de qué hablar, porque no paran de sucederme cosas.
Por ejemplo, ahora he comprado un tubo
flexible de esos que van a la alcachofa de la ducha. Lo he encontrado
en el cuarto sitio.
Nunca me había dado cuenta de que en
mi barrio había tantas tiendas de fontanería. Debe haber más
fontaneros en el mundo de los que yo pensaba. En un radio de 250 m,
pum, cuatro tiendas. Debe haber mucha demanda.
Podríamos decir que hay tantas tiendas
de fontanería en ese radio como tiendas de chinos, y mira que
tiendas de chinos hay un montón. Por lo que deduzco que los aparejos
de fontanería tienen que tener tanta demanda como las Ruffles.
Jamás hubiera pensado que se vendiesen
tantos desatascadores como Ruffles. Pero ya ves, la evidencia nos
mete por esos vericuetos.
¿Será, por contra, que mi barrio es
un epicentro de la fontanería, como el edificio de Dana Barrett de
Cazafantasmas lo era de actividad psíquica? Pues igual sí. ¿Quién
sabe?
Si nos ponemos a hacer conjeturas sobre
qué es epicentro de qué no acabaríamos nunca. Así que ese podría
ser otro buen tema para mi blog.
¿Veis? Ya hemos terminado. Cuando me
apetezca hablaros sobre las durezas de mis pies le hago una foto al
logo de Alfa Romeo y listos.