viernes, 23 de junio de 2017

Y, el último hombre

Me lo leí pero no me acuerdo. No era muy apasionante. Yo ya estoy en un rollo que si algo no es apasionante-apasionante ya le pueden dar dos duros. Apasióname y hablamos.


Tiene que ser bien triste ser ese tío que todo perfecto pero que apasionar no te apasiona. Hacer cosas que molan pero no molar tú. Eso... ¡Eso es bien jodido!

Al final te cogerán porque no he llegado yo a romper la partida, pero como llegue yo... ¡Me las llevaré a todas! ¿No ves que yo las toco el corazón, muñeco? No hay droga más jodida que Juan en vena.


Si sabes tocar el corazón de la gente no necesitas hacer nada más. Puedes tumbarte al fresco porque a los 5 minutos va a venir una que te quiere poner un piso. ¡Es así! Cada uno tenemos un punto fuerte. Bien, el mío es tocarte el corazón. Para bien y para mal.

Luego vienen todos pidiendo fuera de juego, pero ¡no! Nunca he estado en fuera de juego. Lo que pasa es que el defensa ese está a uvas y le he hecho el lío. Pon, pon, la repetición. Ya verás como no estaba en fuera de juego.


Tener genes de superestrella te garantiza una vida larga y próspera. Como casi nadie más tiene genes de superestrella la gente se agolpa para rozarte la punta de la túnica. Y yo, que soy magnánimo, bendigo a todas las personas que tienen buen corazón. A las que no lo tienen las maldigo.

Si quieres entrar en mi club ya te he dado la receta: ten buen corazón. Si tienes un corazón mentiroso, huraño, aléjate de mi si no quieres que llame al rayo y te parta. No acepto gente chunga a mi alrededor. Así que espero que te hayas lavado los ventrículos con Ajax Pino si tienes la osadía de venir a rondarme. Si no lo has hecho te voy a pillar, así que ahórrate el numerito.


Además te voy a decir una cosa: las chicas también tienen, como yo, detector de corazones sucios. Como a ellas les entres por mal sitio vas a acabar en la cuneta sí o sí. No te molestes, ellas son las que mandan. Tienen el superpoder de cubrirte con su manto invisible y ahogarte si no te comportas bien. Así que yo que tú jugaba a favor de la corriente.

¿Ya has aprendido cómo se comporta un verdadero gentleman? Mejor para ti.