¡Uy, una puta revista modernilla!
¡Menuda puta basura más encantadora! Esto en el 2060 valdrá su
peso en oro. Que el peso en oro de este puto panfleto es bastante
pasta.
No os conté cuando yo compré 10.000€
de oro porque temía que el sistema iba a derrumbarse, ¿no? Eso me
parecía.
Resulta que adiviné que el sistema
corría un serio riesgo de colapso. Así que deposité mis ahorros en
tres lingotes de oro que guardé en el cajón de los calzoncillos.
Resulta que otros inversores de todo el
mundo tuvieron la misma sospecha que yo pero un poco más tarde, así
que el precio del oro subió y yo gané un pellizco, suficiente para
comprarme un iMac nuevo desde el que os escribo.
Al final el sistema no colapsó, pero
gracias a mi intuición gané pasta.
Con esta y otras muchas anécdotas
adivinatorias aprendí que mi intuición vale más que esos tristes
lingotes. Así que la puse a trabajar en asuntos más serios, es
decir, en todos los que me rodean.
Con mi intuición nada puede fallar. Es
infalible. Es un don, como el de otros es levantar pesas. Ellos me
envidian a mi y yo les envidio a ellos. El sistema funciona.
¡Ojalá pudiese tener un cuerpo
torneado que me besasen las mujeres! Pero ya ves, me tengo que
conformar con saber lo que pasará de aquí a 15 años. La vida es
así.
¿Cuál es tu superpoder? Ah. Que no
tienes ninguno. Qué bajón. ¿No?