martes, 28 de febrero de 2017

Ghost World-Daniel Clowes

Momento generacional, ¿eh? ¡Ghost World! ¿Qué moderno que se precie no conoce Ghost World? Yo no conozco ni uno.


La película Ghost World es una chusta sobrevalorada y el cómic a mi no me flipa tanto como se supone que tendría que fliparme, pero hay que reconocer que en su estilo es muy bueno. Lo que pasa es que a mi ese estilo tan “ghost” no me va.

Aquí se dio a conocer al mundo Scarlett Johansson, con una interpretación tan pobre que dan ganas de llorar.


Así que me temo que Ghost World es un tótem muy simpático, tótem con el que yo no me identifico, lo siento mucho.

No entiendo ese rollo de tías “como molantes” que hacen cosas como “que-no-molan-pero-por-eso-molan”. Me cansa que te cagas. Es un juego como todos los juegos de niñas, un puto coñazo.


Vamos, sobre todo que me parece que ellas lo ven como lo-más-de-lo-más, que “no me gusta porque no lo entiendo”, pero lo entiendo perfectamente. Lo que pasa es que me parece un churro de mierda, eso es todo.

¡Las tías que molaban eran las que jugaban al fútbol, eso lo sabe todo el mundo! No, la gorda no, la otra, la normal, un poco guapa. Esa entendía a los chicos y se lo pasaba bien con ellos. ¡Joder! Aquella era la buena.


¿Dónde está esa chica? No me acuerdo dónde la puse. Tengo que encontrarla porque me tengo que casar con ella urgentemente.

Tengo que encontrarla rápido, porque las locas raras están a punto de echar la puerta abajo. ¡Que os larguéis! ¡Que me voy con la otra! ¿Qué no entendéis? ¡Dios mío, largo de aquí!