martes, 28 de febrero de 2017

Goldfish, historia de un crimen-Brian Michael Bendis

Qué pesado me resulta con el paso del tiempo Bendis. Me recuerda a Monteys. Siento que Monteys y Fontdevilla hacen el mismo dúo que Bendis y Millar. Qué curioso.


Millar y Fontdevilla son profundos, mejores en todos los sentidos que los otros dos. Pero están más amargados, cosa que te pasa cuando tienes una visión profunda.

Bendis y Monteys son bonitos pero tontos, son más alegres pero porque no tienen una visión profunda. De ser así quedarían horrorizados de lo que verían y se volverían, de un plumazo, mejores artistas y personas corrientes más amargadas.


Así que, dime, amigo mío: ¿tú quién te pides? ¡Ah, la cuestión clave de la vida! Ser tonto pero feliz o listo e infeliz. Yo desde muy joven me planteé esta cuestión y decidí ir por el oro, por el platino: yo sería listo y feliz. Os metería a todos la polla en la boca y la descargaría en vuestros gaznates.

La única dificultad para ser listo es que ves delante de ti toda la miseria del mundo y, claro, eso te pone triste. Pero a la vez tienes la oportunidad de lo más grande que se puede hacer en esta vida: limpiar la mierda. Limpiando la mierda no sólo despejarás la visión que te pone triste, sino que harás algo verdaderamente relevante para el mundo, no como los demás, que sólo están pensando en invertir en Snapchat, como si no fuera obvio que eso va a ser el fracaso definitivo.


Limpiando la mierda te pones contento, porque dejas de verla y encima haces un trabajo del que sentirte orgulloso. Así es como se gana el platino, ganándotelo.

Personalmente yo no limpio exactamente la mierda, la reciclo, por lo que soy eficiente como un coche eléctrico. Yo con la mierda escribo este puto blog y hago putos cuadros. Al tener yo fauces y estómago de dragón soy capaz de tomar grandes bocados de mierda y digerirla rápidamente, por eso voy más adelantado en la partida que la revista de tendencias más adelantada.


En resumidas cuentas, mi gesta ha tenido un éxito clamoroso. Enorme. He conseguido todos los objetivos de mi vida antes de cumplir los 40. Y aún me quedan 3 años para hacerme pajas, lo que más me gusta hacer del mundo.

Soy la polla, a que sí. Venga. Ya puedes decirlo. Game Over.