Una polla para los juguetes del futuro.
Los juguetes del futuro son las latas y
las canicas, si no al tiempo.
Las latas y las canicas son baratas,
los juguetes del futuro caros. Las cosas baratas tienen más futuro
que las caras porque la gente no tiene dinero y no está para
gastarlo en chorradas.
No, si no te digo que ese Tesla no esté
de puta madre. Lo que digo es que no me quiero gastar tanta pasta.
Que ya, que no vas a vender ese Tesla
que tanto te ha costado fabricar por dos duros. Ya. Pero hijo, es que
la vida es así. No puedes luchar contra los elementos.
¡Qué difícil es encontrar el precio
medio de mercado o PMM! ¡Cuántos elementos hay que considerar! Hay
que hacer un pacto entre tú y la realidad: yo me vendo por esto pero
vosotros me compráis por lo otro. Lleguemos a un acuerdo.
Yo que tú no haría intrincadísimos
análisis de mercado cuando todo se reduce a una mera cuestión de
regateo de rastrillo pero a un nivel conceptual. A mi tampoco me
gusta regatear, prefiero que me pasen la bola y sólo tener que
empujarla y meter gol. Pero aquí trabajamos los 11.
Por tanto, mi querido amigo Tesla,
depón tu soberbia actitud. Te estás pareciendo a Errejón. En esta
vida hay que mancharse las manos, si no tu izquierdismo será de
salón y será repugnante, más que el barro.
Que sí, Íñigo, que a mi tampoco me
gusta esa chusma de Lavapiés. ¡Claro que no! ¡Son asquerosos! Pero
trabajamos para ellos, mi amigo con gafas. No lo olvides.