El hombre deseado trata de un hombre
que se pelea con su novia y para consolarse se va con un gay. Pero
cuando se le pasa la movida con la chavala vuelve con ella y el gay
queda jodido.
¡Cómo somos los heteros! Qué
desalmados. Todos los problemas de la sociedad tienen su raíz en la
heterosexualidad, lo sabe todo el mundo.
Los heteros somos violentos y
malhablados. Insensibles y malos, en general. Somos malos. ¿Para qué
queremos darle más vueltas? Somos malos.
¡Tío, yo qué sé, quería saber qué
era eso de besar a otro tío! ¿Es tanto drama? Hay mujeres que me
han perdonado mucho antes que tú.
Las mujeres son más sensatas. Hasta en
eso os ganan.
Las mujeres tienen tres agujeros y
vosotros sólo dos. Si apareciera otro espécimen con cuatro agujeros
nos iríamos con él. Quizás aparezca pronto un robot con tamaña
majestuosidad, cuatro agujeros.
¿Dónde le pondríais el agujero extra
al robot? Yo en el ombligo. Follar ombligos es una cosa que siempre
me ha apetecido mucho pero por razones obvias no he podido hacer sin
cometer una barbarie.
Por tanto la clasificación queda de
esta manera: en último lugar los gays, en segundo las mujeres y el
oro es para el robot del futuro.
¡Y Tesla haciendo coches eléctricos
de lujo! Estos chicos jóvenes están tontos.