Uy, qué peliculón me compré ayer en
el Cex. Por lo menos la sinopsis lo augura.
Esto es una peli homenaje a La Saeta
Rubia, el futbolista Di Stefano. Resulta que al principio la peli es
como artística y elogiosa, pero luego la estrella ve el guión y se
enfada mucho. Dice que eso no refleja su vida ni de chiripa. Así que
desde ese momento la película se convierte en una comedia y trata de
Di Stefano con sus amigotes y llevando a sus hijos al colegio.
Abierto hasta el amanecer tiene un giro
de guión menos prominente y todo el mundo mea colonia con ella. Pues
no sé por qué no mean con esta, entonces.
Si tuvieran que hacer una película
sobre mi vida, que todo llegará, también quiero que sea una
comedia. Acepto los honores hasta cierto punto, pero honores sin
birras, como barcos sin honra, es algo del todo estúpido.
¿Para qué quiero que me cubras de
pétalos de rosa? Sí, huelen muy bien, no te digo que no, pero los
pétalos de rosa ni se comen ni se follan. Con lo cual molan pero
sólo hasta cierto punto.
Bueno, ahora las flores se comen, según
tengo entendido. He visto restaurantes que sirven, agárrate, pétalos
de flores para comer. Google ha hecho mucho daño, ha convertido a la
sociedad en una horda de memos. Desde hoy mi causa es desfacer esa
farsa, siempre y cuando tenga la tripa llena y el pene feliz, claro
está.
Los chicos que trabajan en Silicon
Valley me irritan que no veas. Creen que llevan una vida perfecta
cuando es la más imperfecta de todas. Una vida prefabricada, una
versión del Cielo ofensiva por remilgada. ¡Cuánto se enfada Dios
cuando ve que sus hijos desprecian su Creación perfecta para abrazar
esa versión descafeinada! Dios y yo estamos rayadísimos con estos
rollos.
Dios y yo tenemos como buscador
predeterminado en el navegador Bing. Echamos de menos Blackberry OS y
Android nos da asco. Estamos deseando pasarnos a Linux y vamos en
chándal.
En resumidas cuentas, Google y todo lo
que huela a Google está en nuestro punto de mira. A Apple ya nos la
hemos cargado. Siguiente objetivo estratégico Google. ¡Ay, Pablo
Iglesias, que soy mejor estratega que tú! Menos Juego de Tronos y
más South Park.