lunes, 27 de febrero de 2017

Los gemelos golpean dos veces

Esta película es metáfora de mi relación con vosotros. Yo soy Schwarzenegger, vosotros sois deVito. Sí, todos, a la vez. Vosotros sois el gemelo que se llevó toda la basura genética y yo al revés.


Por eso yo, a pesar de ser superior física e intelectualmente, también lo soy moralmente, ya que a pesar de mi superioridad manifiesta, evidente, soy humilde cual paloma.

Que os lo diga a la cara no es soberbia, es empirismo.


Como en la película, yo me he criado en un ambiente bucólico, perfecto, como yo. Sin embargo, como en la película, un día descubrí que tenía un hermano ahí fuera, vosotros. Así que escapé de mi jaula de oro para encontrarme con vosotros, a pesar de tener que pisar lugares cenagosos.

Como soy perfecto, en vez de despreciar la basura de la que estáis rodeados la amo. No veo aquello de lo que tanto os quejáis, porque lo que a vosotros os parece un vertedero a mi me parece un parque de atracciones. Tal es mi bondad. No soy capaz de ver la malicia en ninguna parte. Me es imposible.


Como en la película, no pienso que mi hermano sea despreciable, sólo un poco incomprendido. Como en la película, puede que yo sepa de filosofía, arte y otros refinamientos, pero mi hermano sabe de astucia y de llevarse zorras tetonas a la cama. Así que, en realidad, no tengo muy claro quién es realmente aquí el más listo de los dos.

Francamente, la filosofía está muy bien, pero si no está acompañada de un buen par de peras no sirve para nada.


Así que yo os enseño arte y vosotros me dais coños. A mi me parece un trato de puta madre y creo que a vosotros también os lo parece. Yo tengo lo que a vosotros os falta y viceversa. Podemos ser todos felices en armonía.

Yo te explico El Cuadro de las Lanzas y tú me dejas tocarte las tetas. ¿Vale?