A mi madre le gustan los misterios de
asesinatos y esas cosas. A mi me dejan un poco frío. Yo soy más de
comedia, por eso siempre preferí Donald a Mickey.
Yo mato pero de risa. Yo tengo una
guasa que no se pué aguantá.
Yo si te quiero matar te empiezo a
contar chistes.
Por ejemplo, imitar a Chiquito es una
cosa que se me da muy bien. Empiezo con lo de la etiqueta de Anís
del Mono y sigo diciendo paparl en vez de papá y el público se
monda.
A veces también digo no puidor y ahí
ya se cae la sala.
Cuando empiezas un chiste diciendo “Un
mariquitarl...” tienes al público en tus manos.
Por tanto tengo una vena como muy de
show. La gracia es ocultarla para que te creas que todo lo que digo
es de verdad.
Si tú te crees toda mi mierda mi
chiste ha tenido éxito. La gracia es que me odies, no que me ames. Y
el truco final es que después de haberme odiado durante tanto tiempo
te des cuenta de que todo era una charada y te mueras de risa.
Ya ves todo lo que doy por el show. No
tengo más. Me habéis dejado a 0.