miércoles, 8 de febrero de 2017

Knorr Regalo

Unas tijeras de cocina. Qué dabuti.


En esta casa muchas veces se pierden las tijeras.

Siempre están las del costurero, pero esas es bueno que no se muevan del costurero para que cuando haya que cortar hilos se puedan cortar y no tengas que desgarrarlos, porque desgarrar es un trabajo muy pesado para el corazón.


Desgarrar agota. El dolor ajeno te causa dolor a ti mismo y si desgarras a alguien te estás desgarrando a ti.

No digo que no produzca un placer sádico indescriptible, digo que es cansado.


Por eso, amigos y amigas, compañeros y compañeras de Podemos, intentemos no desgarrarle el corazón al bueno de Íñigo. El chaval hace lo que puede. Él no sabe a qué sabe la mierda. Lo que hace lo hace por la ignorancia del pijo.

Seamos clementes ¡oh, compañeros y compañeras! y no nos ensañemos con un chaval que, bueno, igual sí le vendría bien un poco de ensañamiento, pero mirándolo así con distancia da como pena, ¿no?


Pero claro, este es de los que van por la vida dando pena. Como soy muy bueno-muy bueno no me puedes pegar una hostia, porque pegarle a un chico tan bueno como yo es una cosa muy mala.

¡Qué difícil es la política!