lunes, 13 de febrero de 2017

Don Miki Donald Pato Donald

A ver si dejamos claro un punto de una vez por todas: el detective de Disney es Mickey, no Donald. Donald es especialista en comedia, no en resolver misterios.


Supongo que la idea fue “dignificar” a Donald, como si lo necesitase. ¡Estas cosas me enfadan mucho! ¡Brrrrrrrrrrr!

Las series también fueron “dignificadas”. Estaba uno tan tranquilo viendo Cosas de Casa y Friends cuando de repente la HBO se inventa A dos metros bajo tierra. ¡No, es que las series pueden ser “mucho más” de lo que son ahora! ¡El errejonismo lleva enquistado en la sociedad mucho más tiempo del que habíamos percibido y no reparábamos en ello!


Cosas de Casa estaba perfectamente bien. No necesito a ningún intelectual de pacotilla que me venga a arreglar lo que funciona a las mil maravillas.

Los intelectuales son una cosa irritantísima, son personas que se creen que son mejores que los demás porque tienen más desarrollado el cerebro. Una raza avanzada se distingue por la compasión, no por la inteligencia.


Estos cerebritos lo único que quieren es vengarse de los cachas que les hostiaron en el colegio. Todos sus “avances técnicos” no son más que una estrategia Illuminati para postrar a sus pies al noble cachas, mucho más noble de lo que ellos jamás serán.

¿Vais a permitírselo? Debe ser que sí, porque tengo entendido que Netflix tiene mucho éxito.


¡Cómo sois el rebaño! ¡Qué fácil se os manipula!

Felizmente, las hordas pablistas han exterminado el germen vírico de los cerebritos en la política española. Las hordas pablistas los han colocado en su lugar, fabricando chips a cambio de un salario ajustado para nuestro beneficio personal. ¡Estad alerta! ¡El demonio es quien menos se lo espera uno!