lunes, 13 de febrero de 2017

Madre, vuelve a casa Paul Hornschemeier

Buuuu menudo coñazo. Yo no sé cómo llegué a comprar mierdas como esta. Por moda, como Blankets.


¿Recordáis cuando se llevaba la ternura infantil, la sensibilidad trémula? ¡Qué tiempos más oscuros! ¡Menos mal que se han ido para no volver jamás!

Un poco de chicle pop está bien, pero si sólo comes chicle pop te va a dar un síncope de no te menees.


Esta novela gráfica (requetepuagh) era ya de las tardías de este rollo, yo creo que posterior a Blankets. A mi lo que más me gustó del renacer de los cómics de principios de siglo fue el universo Ultimate de Marvel.

También moló comprarse todo el manga, que no el anime, de Dragon Ball. Dragon Ball es algo que hay que tener, más que Don Quijote de La Mancha.


Don Quijote hay que tenerlo si vives en el siglo XVI ó XVII, pero si vives en el XX ó XXI hay que tener Dragon Ball. Es evidente. Transparente. Está clarísimo.

Hombre, si te gustan las reliquias polvorientas no te digo que no. Pero si te gusta la sabiduría adaptada a tu entorno yo que tú le haría caso a Juan.


Dentro de cuatro o cinco siglos a Goku se le verá como a Alonso Quijano y se estudiará en los colegios. Y te suspenderán si confundes a Yamcha con Ten Shin Han.

Por eso hay que ir estudiando desde ya.