jueves, 23 de febrero de 2017

Manara-Kama sutra

Este cómic me lo regaló una pareja de mi madre. Hay que ver lo pelotas que son los novios de mamá. Se creen que haciéndose los jovencitos ya me tienen ganado. ¡Qué ilusos!


En este tebeo hasta sale un travesti. ¡Pero bueno! ¡Una cosa es hacerme la pelota y otra es llenarme la cabeza de oscuras imágenes propias de Sodoma y sitios de El Mal! ¡Pero cómo me regalas un cómic con un travesti, hombre! ¡A ver si me va a empezar a gustar!

Es evidente que el plan del novio de mamá era un plan Illuminati: pretendía homosexualizarme para minar mi masculinidad y quedarse él como el gallo del gallinero. ¡Vas listo! Aquí el único que se folla a mi madre soy yo.


Los hombres somos así, competimos por 1 centímetro cuadrado de terreno por deporte. Por eso existen los deportes, porque a los hombres nos gusta conquistar territorios ajenos.

Como es más práctico vencer al Barça que tiranizar a una nación nos inventamos los deportes, para dar salida a nuestro afán de conquista de un modo pacífico. Así socialmente nos podemos comportar como hermanitas de la caridad cuando en realidad somos bestias sedientas de sangre.


Está claro que el novio de mamá era un cabrón con pintas, porque esas retorcidas técnicas de destruir al contrario cual gota china parecen propias de mi. ¡Diablos! ¡Y yo fiándome del tipo! Soy un buenazo.

Mourinho utiliza las mismas técnicas, asfixia al rival hasta que muere. Por eso es el mejor entrenador del mundo.


Sin embargo no contaba con que yo no es que sea Mourinho, es que soy Fu Manchú.

¡Ey, no le voy a regalar el coño de mi madre a cualquier pringado! Entendedme.