miércoles, 1 de marzo de 2017

Ultimate Power 5

Dibujar jamelgas es una cosa muy recurrente y apreciada en el arte secuencial. Por ejemplo, la jamelga que sale en la portada de este comic book hace salivar mucho. Y como salivas compras. Eso lo aprendimos en Granujas de Medio Pelo de Woody Allen.


Al colegio hay que ir a aprender ortografía, gramática, matemáticas, esas cosas que damos por sentadas pero que no lo son en absoluto. Tenemos en occidente un nivel educativo tan alto que parece que salimos del coño de nuestra madre sabiendo leer y escribir, ¿a que sí? Pues no es así, desde luego que no.

Leer, escribir, sumar, restar y multiplicar es un lujo que no agradecemos lo suficiente. En otros lugares del planeta no es prioritario que un niño sepa esas cosas, lo que es prioritario es que trabaje como un animal para sacar oro de la mina. ¿Miento? ¿He dicho alguna locura?


Y si no miento, que creo que estamos de acuerdo en que no lo hago, no sé por qué no agradecer de vez en cuando estas cosas tan fantásticas.

Cuando pierdas la cabeza porque se te ha roto una uña no vendría mal, creo yo, que pusieses las cosas en perspectiva para darte cuenta de que esa es una cosa intrascendente.


Así, por un lado, Dios estará satisfecho de tu comportamiento, y por otro los demás te agradeceremos mucho que no pierdas la cabeza por algo sin importancia. Porque los demás, por si no te has dado cuenta, también tenemos nuestros propios problemas.

La vergüenza por un comportamiento tan infantil es la mejor medicina. La vergüenza es el palito que hace que el haba crezca sana, porque de no tener tal palito el haba se desparramaría por el suelo y será una planta inútil.


Agradece, hijo de Dios, que te avergüence como jamás nadie lo había hecho, porque de no haber sido así nadie sabe cómo habrías acabado.

Tu comportamiento es torcido, errático. No responde a los cánones de belleza mínimos. Por tanto has de ser reprendido/a.