Mezclar el latín con el inglés es muy
sobrado. ¡Hay que tener huevos! La gente ya pasa de todo, se mea en
el respeto como un niño de 7 años.
¿Pero cómo se te ocurre juntar
“helio” con “care”? ¿En qué escuela de negocios del averno
has estudiado tú? O has estudiado en la calle o has estudiado en una
escuela muy barata. Así que para aprender lo mismo que se aprende en
la calle yo no me apuntaría a una escuela de negocios.
Si, por ejemplo, vas a ESADE, no creo
que te enseñen que es buena cosa mezclar “helio” con “care”.
Así que si estudias en ESADE harás cosas correctas pero nunca
brillantes. Ey, esa es buena cosa. No sé por qué todo el mundo
ahora quiere ser brillante. ¿Tú sabes lo jodido que es ser
brillante?
Para empezar, si eres brillante nadie
se da cuenta. Esa es una de las características de la brillantez,
que es disruptiva, esa palabra tan ridícula. Todo el mundo espera
que hagas tal y de repente tú sales con cual. Y como decepcionas sus
expectativas te ponen a caer de un burro.
Tú vas todo contento con la solución
más adecuada, aunque se salte un par de convenciones, y te cae la de
San Quintín. ¡La leche! En verdad te digo, perillán, que deberías
pasar de ser brillante. Yo si pudiera pasaría.
Tú haz lo mejor de todo, que es ir a
ESADE, trabajar de 9 a 18 e irte a casa a ver la televisión. ¡Menuda
vida más maravillosa! Luego hojeas Jot Down, descubres, a buenas
horas mangas verdes, que ahora se llevan las crudités y te vas por
Malasaña a cenar a un restaurante que en año y medio habrá
desaparecido, date prisa.
En serio, ser brillante no trae más
que problemas. LinkedIn miente.
Tú no tienes que ser brillante, tonto;
tú tienes que parecer brillante. Y para eso con que leas la Jot Down
y hagas lo que pone en ella basta y sobra.
No sabes cuánto te envidio. No lo
sabes.