Pues resulta que esto es una serie. Mi
fobia a las series me está pasando factura.
Me compré esta camiseta pensando que
sería de un grupo que no conocía. El logo mola mucho, así que
conocer o no al grupo me daba igual. Pero lo que no esperaba es que
iba a ser el logo de una putrefacta serie.
Parece que las series han llegado muy
alto, han llegado a imitar la autenticidad de forma casi perfecta.
Hasta a mi me la han dado. Sin embargo, no pueden desprenderse de un
halo hediondo a prefabricado.
Ese olor es nauseabundo. El olor a
farsa me revuelve las tripas. Aún así, como cuando compré la
camiseta yo no sabía que era una serie me la pongo alegremente.
Tú te preguntarás “Juan, y si tan
hediondo te parece ese halo, ¿por qué te pones la camiseta?”.
Porque yo soy un cerdo. Espero haberte satisfecho.
Ahora un niño de mamá que nunca ha
salido de la M-30 lleva el brazo tatuado como un marinero turco.
¿Entendemos de qué estamos hablando?
¿Habéis visto el nuevo logotipo del
Atlético de Madrid? ¿Y el de la Juventus? Esos logotipos los han
hecho personas que no han salido de la M-30 con el brazo tatuado.
Yo pensaba que los tatuajes eran
medallas, no adornos tan triviales como cortinas. Pero ya veis a qué
hemos llegado.
Sea como sea, yo me he pillado esta
camiseta. Y me encanta que sea de una sucia serie. El alquitrán,
como a las gaviotas, me encanta.